La lista negra de Messi: nueve muertos en el Barça (y uno que empieza a oler muy mal)

El argentino hace fuerza para que se renueve un fondo de armario que ha demostrado no dar la talla en momentos cruciales

La temporada del FC Barcelona puede considerarse de excepcional. Por los resultados, y por lo anómalo de la situación en la que se encuentra el club. Los ánimos están caldeados y se discute hasta la continuidad de Valverde gracias a unas filtraciones hechas por la directiva.

Habiendo conseguido un doblete al que falta poner la rúbrica sumando un punto en los próximos 5 partidos, el entorno barcelonista mira al final de temporada con una sensación agridulce.

Todo el entorno culé espera que el Real Madrid no gane la Champions League para calificar el curso como realmente bueno y, aun así, lo hace con la boca pequeña. La eliminación en el Olímpico de Roma ha hecho mucho daño en los estamentos internos del club y pase lo que pase con el eterno rival, se exige una revolución.

Las órdenes del jefe

Uno de los más interesados en que se haga una limpieza general para reestructurar la plantilla es Leo Messi, que deja clara su posición respecto a los cambios necesarios durante el verano, elaborando una lista negra más mortífera que el cuaderno de la serie manga Death note.

Messi, claramente desorientado en Italia y sin capacidad de reacción ante la inactividad general del equipo en la debacle, necesita rodearse de jugadores de nivel para seguir compitiendo al máximo nivel durante el mayor tiempo posible.

Uno de los motivos esgrimidos por los pesos pesados del Barça para su eliminación en cuartos de final de la competición europea es sencillo: no llegaron en las condiciones físicas adecuadas.

Los descartes del Barça

Valverde ha dispuesto durante el año de una plantilla amplia que ha terminado siendo muy escasa por incomparecencia de muchos futbolistas. El entrenador extremeño ha dado confianza a todos y cada uno de ellos a lo largo de las tres competiciones, pero se ha encontrado una falta de respuesta impropia de jugadores del primer nivel.

Por esa razón, son varios componentes de esa segunda unidad los que aparecen en la lista negra que circula por la ciudad deportiva Joan Gamper.

André Gomes tiene los días contados en el FC Barcelona | EFE

El caso de André Gomes es el más sangrante de todos. Después de haberse convertido en uno de los centrocampistas más destacados de La Liga a su paso por Mestalla, su llegada a Barcelona previo pago de 35 millones de euros se antojaba como un soplo de aire fresco para la medular culé.

Pero nada más lejos de la realidad. Pese a las continuas oportunidades que se han presentado ante la puerta de Gomes, no ha sido capaz de aprovechar ni una sola. Su apatía y nerviosismo desesperan a compañeros y aficionado y saldrá este mismo verano. Deberá reencontrarse a sí mismo en otro equipo con menos exigencias.

Deulofeu, Paco Alcácer y Aleix Vidal tienen un problema en el Barça de Valverde | EFE

La misma ruta que Gomes siguió Paco Alcácer, y el resultado es similar. El delantero que apuntaba a afianzarse como nueve de la selección española junto a Álvaro Morata y suplir a Luis Suárez con garantías, ha quedado en nada.

Su presencia en los onces de Valverde es testimonial, y nunca ha justificado los 30 millones de euros desembolsados al club de Mestalla por su compra. Messi prefiere contar con pocos futbolistas que sumen a disponer de una plantilla amplia que haga de relleno, y Alcacer no ha marcado la diferencia.

Mejor contar con pocos futbolistas que sumen a disponer de una plantilla amplia que haga de relleno

Tanto Gomes como Alcacer, pese a su pésimo rendimiento en el Camp Nou, tienen cierto cartel, lo que puede facilitar su salida a final de temporada sin una pérdida considerable de dinero.

No ocurre igual con otros cuatro nombres en nómina del Barça con los que el club no sabe qué hacer. Aleix Vidal saldrá malvendido mientras que Arda Turan, Rafinha y Deulofeu no volverán de sus cesiones.

En el caso del turco, esta acaba al mismo tiempo que su contrato, por lo que será libre de negociar con el equipo que quiera. La situación de Rafinha y Deulofeu es más difícil, ya que el Barça quiere hacer algo de caja pero los jugadores no están dispuestos a tolerar volver a ser una moneda de cambio, sobre todo después de haber vuelto a casa para salir por la puerta de atrás.

Messi celebra el segundo gol del Barça al Celta junto a Dembelé / EFE

El drama de Dembélé

El séptimo pasajero de esa lista es, precisamente, un futbolista que ha pasado esta temporada alienado de todo lo que rodeaba a la entidad azulgrana. Ousmane Dembelé no se ha adaptado al juego culé ni ha demostrado valer los 145 millones de euros pagados para suplir a Neymar.

Con Coutinho ofreciendo un rendimiento más inmediato que el francés, queda claro que Messi lo prefiere al exjugador del Borussia Dortmund. Su salida es mucho más compleja porque es imposible recuperar la inversión y supone aceptar el error de una dirección deportiva en el punto de mira de las vacas sagradas del Camp Nou.

Y es que tanto Pep Segura, manager general del FC Barcelona, como Robert Fernández, secretario técnico, están en el alambre por su gestión de los últimos años. Desde que llegó Rakitic, ninguno de los fichajes hechos por la actual dirección deportiva ha terminado de cuajar – a excepción de Umtiti.

El gasto realizado en estos jugadores es mucho y en ese tiempo, el Madrid ha alzado dos Champions League, con posibilidad de una tercera. La labor de Robert, sobre todo, está empezando a ser muy cuestionada, y Messi no piensa permitir que siga la caída en picado.