¡Atención a Messi! Sale esto (y no es nada bueno). Máxima alerta en el Barça. “Tiene mal final”

Lío monumental en la ciudad condal que tiene a Bartomeu en el punto de mira

Se avecinan tiempos difíciles en el FC Barcelona. El club catalán será uno de los que más sufra la crisis del coronavirus. En circunstancias normales, la entidad azulgrana no debería tener problemas de liquidez. Se supone que es uno de los más grandes de Europa y del mundo.

Pero claro, cuando se tiene una directiva del todo incompetente, es lo que pasa. Cuando los responsables hacen una gestión nefasta, lamentable y más propia de un aficionado, ocurre lo que está pasando en el Camp Nou. Que los mandatarios se han fundido toda la pasta y no saben de donde sacar para salir adelante y mantener el estatus.

Bartomeu y compañía, a por el más débil

Las primeras medidas han sido las de siempre. La de recortar a los trabajadores indefensos. En lugar de rebajar los sueldos de los directivos, es más fácil hacer un ERTE a los empleados de las empresas subcontratadas por el club. Es decir, a aquellos que realmente necesitan la nómina  para comer. Y eso que estamos hablando de empresas como la Botiga o la de fotografía que opera en el Museu, que reportan al club cuantiosos millones de euros al año. Unas cifras que siempre son las primeras de las que se olvidan en los despachos. El desprecio siempre ha sido monumental hacia este personal por parte de la directiva actual y una vez más así lo corroboran.

Los de la gestión nefasta, intocables

Porque Josep Maria Bartomeu, Eric Abidal y compañía han mostrado una facilidad enorme para anunciar recortes en esta parcela y para pedir a los futbolistas que renuncien a parte de su sueldo. Pero aun es hora de que salga algún directivo a dar ejemplo. No, esos se lo guardan todo para ellos.

El presidente del FC Barcelona, Josep Maria Bartomeu, antes de la celebración del partido frente al Chelsea FC.  EFE/EPA/KIYOSHI OTA

Una mala gestión que tiene a la planta noble estudiando fórmulas para mejorar la plantilla del año que viene con la mínima inversión posible. No pueden gastar el dinero que no tienen. Porque ni de broma se acercarán a los más de 1.000 millones de euros presupuestados para esta temporada. Una cifra, por cierto, de cara a la galería, pues nada tiene que ver el presupuesto con el beneficio, y este último no pasa de ser de unos pocos ‘kilos’.

No hay ni un duro

Por eso los mandatarios buscan soluciones para reforzar una plantilla que en enero se quedó con 16 efectivos y a la que el parón por el coronavirus le ha ido de perlas, pues se veía que este Barça, aunque líder en la Liga y con un pie en los cuartos de final de la Champions League, iba a la deriva. De hecho, el liderato de la competición nacional responde más al demérito del Real Madrid que a lo que ha hecho el Barça este curso.

Pero los culés no tiene muchos caminos que recorrer para llegar a esas soluciones. Como decíamos, no hay ni un duro en las arcas. Los sueldos son estratosféricos. Y sin montante que entre en caja por ninguna de las fuentes de ingresos de la entidad, como avisan en la ciudad condal, la cosa “tiene mal final”.

Griezmann, primer damnificado

Las opciones ahora pasan por desmantelar parte de la plantilla. Dar salida a los pesos pesados que no dan la talla. Por ejemplo, Antonie Griezmann.

Antoine Griezmann vestuario

El delantero francés ha tenido algunas apariciones aceptables. Pero en la mayoría de actuaciones ha demostrado lo que todos menos los directivos vieron el pasado verano. Que el del francés era un fichaje que no hacía ninguna falta. El galo era una buena muestra de la mala gestión de los responsables y de la poca idea de fútbol que tienen. Y es que el ex del Atlético de Madrid no encaja con el perfil Barça, no es un jugador natural de ninguna de las posiciones del sistema del equipo y donde podría jugar ya está Leo Messi. Vamos, un fichaje de la portera de Núñez que, además, le costó al club entre 120 y 130 millones de euros. Bravo.

Ponen a Griezmann en la rampa de salida

Dicen que más vale tarde que nunca. Y ahora en la cúpula del Barça empiezan a darse cuenta de que Griezmann no pinta nada. Que lo ficharon por fichar. Y comentan en Barcelona que lo han puesto a la venta. Y aunque debería ser imperdonable tanta incompetencia, es la una buena decisión que han tomado con el delantero francés. Gracias por lo prestado Antoine, pero este no es tu sitio. Aquí nunca serás feliz ni volverás a ser el de la Real Sociedad o el del Atlético. Y es mejor que busques un equipo que se adapte a tu perfil.

Pero la decisión no ha sido tomada del todo por la directiva. No llegan a tanto y Leo Messi ha tenido que meter mano.

Vetado

Desde que el francés rechazó al Barça mediante un documental, Messi y el resto de pesos pesados no han querido al francés en el equipo. En 2018 le abrieron la puerta del grupo de par en par, pero se sintieron traicionados con el documental La Decisión. Y desde el día que salió a la luz, le pusieron la cruz.

Messi habría aceptado en primera instancia el fichaje del francés, pero tras aquel episodio solo ha tenido un nombre en mente: Neymar. El de Rosario nunca ha escondido que desea el regreso del carioca. Y menos desde el feo de Antoine.

Lo que sea para complacer a Messi

Algo que saben bien en la T4 del Camp Nou. Como también que tendrán que complacer al argentino de alguna manera si quieren conseguir la foto de su renovación antes de las elecciones de 2021. Y son conscientes que la única manera de meterse en una puja por Ney es vendiendo a Griezmann. Tanto que están dispuestos a rebajar su s pretensiones hasta los 100 millones de euros. Un crack regalo para los tiempos que corren.