Messi activa la mayor bomba de relojería contra el Barça

El tiempo juega en contra de la economía del FC Barcelona. Según informó RAC1 la semana pasada, el club catalán tiene hasta el próximo jueves para realizar un ajuste de cuentas y rebajar la masa salarial en 190 millones de euros si no quiere entrar en un concurso de acreedores. Una situación en la que Leo Messi tiene un papel clave, pero parece que la cosa no va con él.

“Nuestra principal preocupación es económica. La pandemia está afectando especialmente al Barcelona. El club depende del turismo y ahora no hay; la situación no es confortable, tenemos que recoger las ideas de la anterior junta para remediar los males que nos afectan», dijo el presidente de la gestora que lleva las riendas del club desde que Josep Maria Bartomeu y su junta directiva dimitieron hace poco más de una semana.

El Barça se enfrenta a entrar en un concurso de acreedores

En este sentido, la entidad de la capital catalana ha visto reducidos sus ingresos a la mínima expresión tras el estallido de la crisis sanitaria del COVID-19. Y no parece que la situación vaya a cambiar en los próximos meses. De hecho, hasta los ingresos por la Champions League han menguado.

Un panorama que tiene al Barça buscando soluciones económicas. Necesita recortar 190 millones de euros en salarios antes del próximo jueves. Y lo quieren conseguir recortando un 30% del sueldo a los futbolistas del primer equipo. Y es que según apuntó RAC1, si no lo consigue antes de la fecha mencionada podría verse abocado a entrar en un concurso de acreedores.

Barça y jugadores negocian una rebaja salarial

Las reuniones para la bajada de sueldo empezaron el pasado viernes, después de varias semanas en las que la mayoría de los futbolistas culés (a excepción de los renovados Gerard Piqué, Frenkie de Jong, Marc-André ter Stegen y Clement Lenglet) se negaron a aceptar la rebaja. Ni siquiera mandaron a ningún representante legal a las reuniones anteriores.

Una situación en la que el papel de Messi es clave. El capitán es el jugador que más cobra con diferencia, y el “ok” del de Rosario a bajarse el sueldo solucionaría muchos problemas a los responsables del club.

Messi se desmarca

No obstante, Messi no está por la labor. El argentino no tiene ninguna intención de bajarse el sueldo. Ignora completamente las peticiones del club. No se pronuncia al respecto. En una decisión que no deja de ser una bomba de relojería que podría estallar este jueves.

La solución ya la tuvo Bartomeu cuando recibió el famoso burofax en el que Messi expresaba sus deseos de irse. Pero el ex mandatario, pensando más en la opinión pública que en las cuentas del club, lo retuvo contra su voluntad. Y lo que no hará ahora Leo es ceder en sus honorarios.  El ‘10’ no está dispuesto a hacer ningún favor a la junta gestora. Y ojo, porque si además no renueva, el club tendría que pagarle un importante finiquito a final de curso.

Messi está desconectado

Además, Messi no está feliz en el Barça. Un malestar que deriva de la guerra civil que mantuvo con Bartomeu el pasado verano. Un enfrentamiento tras el que ha quedado un Messi irreconocible, apagado y desidioso.  No solo porque sobre el terreno de juego Leo vaya caminando. Algo que, al fin y al cabo, ha hecho casi toda su carrera. Su mejor virtud siempre ha sido la de activarse cuando el juego lo ha requerido pillando por sorpresa a los rivales.

Lo que hace que parezca que la cosa no va con él es la poca intensidad que pone en sus acciones. La desgana con la que se le ve sacando las faltas o atacando el área contraria. Y también la cara de pocos amigos que pone durante buena parte de los minutos que disputa. El rostro agrio con el que castiga en cada partido a todos los seguidores que siempre lo han apoyado.