Piqué esconde un problema cada vez más grave al Barça

El FC Barcelona no consiguió pasar del empate en Medizorroza. Los de Ronald Koeman firmaron un buen partido, sobre todo en la segunda parte, en el que no dejaron de generaron ocasiones de gol. Sobre todo cuando en el minuto 62 los locales se quedaron con 10. Pero fueron incapaces de llevarse los tres puntos. Y suerte de Antoine Griezmann, pues este sábado fue de esos días en el que la pelota no quiere entrar.

Asimismo, al margen de la intensidad mostrada hasta el pitido final, hay otras notas positivas a destacar del choque. Por ejemplo, la capacidad de Koeman para cambiar el partido. Quizás el cambio no debería haber sido Ansu Fati, que estaba siendo uno de los más destacados. Pero sus cambios sí consiguieron encerrar al Alavés en su área.

Gerard Piqué sale retratado del partido contra el Alavés

Pero no todo lo que se vio sobre el césped fueron detalles positivos. Hubo un jugador que no tuvo el día, ni mucho menos. Y no fue Neto, protagonista en el gol de Luis Rioja para los de Machín, después de hacerse un lío con el balón que permitió al delantero rival marcar a placer.

El señalado fue Gerard Piqué, autor del pase traidor que dejó vendido al meta culé. Y ojo, porque el catalán, aunque no es su cometido, tampoco estuvo acertado en ataque. Tuvo el 1-2 en las botas en los últimos minutos, pero su remate nefasto salió muy desviado, casi por la línea de banda.

Piqué anda lejos de su mejor versión

Unos fallos imperdonables para un jugador que acaba de renovar su contrato. Sobre todo teniendo en cuenta que Piqué es de los que siempre ha dicho que dejaría el Barça cuando viera que ya no estaba al nivel.

Sin embargo, pese a que su estado de forma deja mucho que desear, Piqué igualmente ha renovado, escondiendo al club que empiezan a pesarle los años y que ya no está para jugarlo todo. Y menos que lo estará durante los próximos años, en los que el problema será cada vez más grave.