Messi era su ídolo hasta que lo conoció. Ahora no se tragan. Juega con él en el Barça. Y el ‘10’ lo quiere fuera

El capitán se carga a este crack del equipo de Quique Setién

El plazo se agota. Esta semana es el límite para que Leo Messi anuncie que deja el FC Barcelona, amparándose en la cláusula en su contrato que le permite salir gratis a final de cada temporada. Concretamente, el 31 de mayo es el último día.

En el club hay convicción absoluta de que Leo no hará las maletas. Si no lo ha hecho ya, se antoja impensable que el de Rosario pueda apuñalar así al club de su vida.

Leo Messi | EFE

Messi está mosqueado

Pero ello no quiere decir que el argentino esté muy descontento con la directiva actual. Porque Messi lleva tiempo muy decepcionado con la nefasta e incompetente gestión deportiva y económica del club. Y es que no considera que en los despachos se haya hecho el trabajo necesario para construir proyectos ganadores a su alrededor.

Además, lo largo del curso se han producido bastantes encontronazos entre la cúpula y el vestuario. Los roces con Eric Abidal y la directiva han sido constantes esta temporada. Empezando por cuando el galo justificó que la destitución de Ernesto Valverde había sido a causa de que algunos jugadores no entrenaban bien con el extremeño.

Una bronca tras otra

A ello se sumó la presunta contratación por parte de alguien de la junta de Josep Maria Bartomeu, de una empresa que se dedicó a generar una corriente de opinión negativa contra algunos cracks y ex miembros de la entidad culé, y otra positiva sobre los dirigentes. 

Y como colofón final, el sentimiento de estar bajo la lupa que hicieron saber los jugadores del primer equipo cuando estalló la crisis del coronavirus. En busca de la mejor solución para todos, los futbolistas retrasaron la decisión de la plantilla de bajarse el sueldo. Y sintieron que nadie en la planta noble les defendía mientras acordaban los pasos a seguir. Así lo hicieron saber públicamente mediante un mensaje publicado por todos los futbolistas en las redes sociales.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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Messi da un golpe en la mesa

En resumen: la relación entre la directiva y Messi está muy deteriorada. Y ojo, porque el club atraviesa serios problemas económicos debido a la crisis del COVID-19, lo que complica todavía más el panorama.

Por un lado, el astro argentino tiene contrato con el conjunto azulgrana hasta junio de 2021. Y Josep Maria BartomeuEric Abidal y compañía andan desde hace meses detrás de su renovación. De la foto con el ‘10’ de Rosario estampando su rúbrica en una ampliación de contrato. Pero la economía del club dificulta poder ofrecer a Leo lo que reclama. Y más todavía el poder construir un proyecto ganador, que es la otra exigencia de Messi.

Riqui Puig, desaparecido

Así las cosas, en la planta noble andan buscando fórmulas para montar un proyecto de garantías. Estrategias que tienen que ver con fichajes low cost y con ascensos de jugadores del filial. Pero en esta segunda parcela hay un futbolista que está vetado. Se trata de Riqui Puig. Un jugador que tenía como ídolo a Leo Messi pero con el que no se puede ni ver.

Riqui Puig y Leo Messi | EFE

Quique Setién, a su llegada, aseguró que contaría con el canterano, pero lo único cierto es que antes del parón por el coronavirus había desaparecido del mapa. Riqui disputó 19 minutos contra el Granada y 3 contra el Levante. Pero en los siguientes choques contra el Real Betis y la Real Sociedad se quedó en el banquillo. Y a partir de ahí nunca más se supo.

Ruptura Messi-Riqui Puig

Aunque lo más preocupante es el motivo con el justifican la situación en la ciudad condal. Resulta que el joven crack le hizo un caño a Messi en un entrenamiento que no gustó ni un pelo al astro de Rosario. Y el asunto terminó en divorcio y con Riqui Puig en el Barça B.

Un episodio que demuestra el poder que tiene el capitán en la plantilla y que ha decepcionado profundamente al de Vilassar. Tanto como para escuchar cantos de sirena de otros equipos.

Por ejemplo Rubi, técnico del Betis, ya ha preguntado por sus servicios. Quiere juntarlo con Carles Aleñà en la medular verdiblanca. Y ha pedido a los responsables béticos que muevan ficha por conseguir su cesión.

Eso sí: pase lo que pase, en el Barça no lo dejarán marchar. Saben que tienen en Riqui a una de las mayores promesas de futuro del equipo. Pero también que si quieren tener contento a Messi, tendrán que dejarlo salir aunque sea solo temporalmente.