Florentino Pérez pone 280 millones en 24 horas (y no son para Neymar, ni Mbappé)

El presidente del Real Madrid mueve ficha

Florentino Pérez tiene la intención de darle a Zinedine Zidane todo lo que el técnico galo pida. Entre otras cosas porque ese fue uno de los puntos que se trataron en las reuniones que se llevaron a cabo cuando el presidente contactó con Zizou para que regresara al banquillo blanco hace unos meses.

Zidane aceptó con la condición de ser él quien eligiera os fichajes. El presidente, que sabía que no tenía más remedio, aceptó. Quizás no de buena gana, pero aceptó. De ahí que el Madrid se haya hecho ya con jugadores que Zizou había pedido como Hazard y Mendy, y otros que, si bien no estaban en su agenda como Jovic o Militao, ha aceptado.

Sin embargo son dos los nombres que siguen estando en la agenda del técnico y por los cuales está presionando, y mucho, a la directiva. Y no son precisamente Neymar y Mbappé.

 Zidane| EFE

El brasileño, si es que acaba saliendo, se marchará probablemente al Barça y el francés no se va a mover de París al menos hasta el verano que viene. Los dos cracks que quiere sí o sí Zidane no son otros que Paul Pogba y Sadio Mané.

Paul Pogba, el capricho de Zidane

Pogba lleva muchos meses sonando para el Real. Zidane puso su nombre encima de la mesa a Florentino desde el primer momento. Considera a su compatriota un fichaje tan o más importante que el de Hazard. De ahí que no ceje en su empeño de ir a por él.

El problema es que Florentino hubiese preferido que ese mismo empeño por Pogba lo hubiese tenido ZZ por Eriksen, un fichaje mucho más sencillo y más barato. Y es que el Manchester United no está poniendo nada fácil la salida de su jugador franquicia.

Todos en Old Trafford saben que Paul quiere marcharse. Mino Raiola, su polémico agente, lo ha dejado muy claro: “El United sabe cuál es el deseo de Pogba desde hace mucho tiempo. El jugador no ha hecho nada malo. Ha sido respetuoso y profesional en todos los sentidos y siempre”, apuntó hace unos días.

Unas palabras que no han gustado nada en la directiva del United que, de hecho, cuentan que ha decidido subir el precio de Pogba hasta los 200 millones. Una cantidad que, ni de lejos, está dispuesto a pagar Florentino.

Es más, cuentan desde el club blanco que el presidente no tiene intención alguna de superar la barrera de os 140150 millones de euros, una cantidad que ya le parece incluso desorbitada y más ahora que la Juventus se ha retirado de la lucha por el centrocampista.

El problema es que tiene a Zidane apretando y a un Mino Raiola que, como ha hecho durante toda su carrera, está buscando la cifra más alta para su cliente y para él. Desde Manchester insisten en que Pogba no se moverá a no ser que llegue un cheque astronómico. Florentino ha dejado claro en las últimas 24 horas que, por mucho que su técnico tenga entre ceja y ceja hacerse con el centrocampista, no va a tirar la casa por la ventana por un jugador que, además, parece no contar con el ok de muchas vacas sagradas del vestuario debido a su polémico carácter.

Sadio Mané, la tercera pieza del tridente

Por otro lado, Florentino trabaja también en la llegada de Sadio Mané. El delantero del Liverpool es el jugador que Zizou le ha pedido desde hace tiempo y el que el técnico quiere como sustituto de Gareth Bale. El galés, por mucho que su agente esté asegurando que no, se acabará marchando tarde o temprano, y Zidane quiere a Mané como compañero de Hazard y Benzema/Jovic en la delantera.

Florentino, que sí que está convencido de que Mané es un fichaje necesario e importante, ya ha avisado que tiene preparados para ir a por él una cifra cercana a los 130-140 millones de euros.

Entre otras cosas porque sabe que Jürgen Klopp no dejará escapara a uno de sus mejores jugadores por menos. La baza que tiene el presidente blanco para abaratar la llegada del senegalés es la de Marco Asensio, un delantero que el técnico del Liverpool tiene en su agenda desde hace tiempo y por el que sí que estaría dispuesto a perder de vista a Mané.

Dos operaciones muy distintas entre sí pero que tienen algo en común: hacer feliz a un Zidane que, ahora que se siente fuerte sabiendo que tiene él el control de las entradas y las salidas, no quiere perder la oportunidad de hacer una plantilla a su medida. Lo de Pogba apunta a culebrón, y de los largos. En el caso de Mané, todo dependerá de la voluntad del Liverpool de sentarse a negociar.