¿Sabes a quién quiere echar Messi del Barça? Peso pesado: Él o Leo. ¡Bomba a Bartomeu!

Los de Quique Setién pasan a cuartos de final de la Copa del Rey en otro pobre partido contra el Leganés (5-0)

El FC Barcelona superó al Leganés(5-0)  en los octavos de final de la Copa del Rey, en un partido que los blaugrana se llevaron cómodamente pero en el que siguieron lejos de un nivel aceptable. Aún así, los de Quique Setién estarán en el bombo del sorteo de cuartos de este viernes gracias a los goles de Antoine Griezmann (4’), Clement Lenglet (27’),  Leo Messi (59’ y 89′) y Arthur (77′).

Leo Messi Arthur y De Jong

Un choque que se disputó a poco más de 24 horas del cierre del mercado invernal. Una ventana en la que el Barça ha sido de los que más se ha movido, pero que antes del encuentro se daba a conocer que los culés la cerrarían sin realizar ningún fichaje. Los blaugrana se dan por satisfechos con lo (des) construido.

Igual o peor

Así las cosas, el Barça 2020 se diferencia del de 2019 en que se ha cambiado el entrenador, se ha dado salida a Carles Pérez y Aleñà, se ha perdido el liderato, se ha lesionado Luis Suárez, el equipo sigue sin inspirar nada y el club no ha fichado ningún refuerzo.  Al menos con Ernesto Valverde el Barça estaba arriba. Apenas nada ha cambiado con Quique Setién.

Quique Setien Leganes

Un escenario que no genera ninguna ilusión en el barcelonismo, que se ve venir el desastre producto de una mala planificación deportiva. Y no solo la afición.

Abidal, en el punto de mira

En el vestuario también son conscientes de las carencias. Y cada vez son más dedos los que señalan al mismo culpable. “Dimite ya” empieza a escucharse por los pasillos del Camp Nou sobre Eric Abidal. Y es son muchos los que consideran que el problema de fondo está en el secretario técnico francés.

Eric Abidal

Andoni Zubizarreta llegó en 2010, después del primer triplete culé. Y salió duramente criticado del club a seis meses antes del segundo. La temporización liquidó al ex portero azulgrana en el cargo. Pero el tiempo le ha dado la razón. No era tan malo como lo pintaron.

Con él al mando de la secretaría técnica se fichó a Neymar. Y más tarde completó un relevo generacional con Luis Suárez, Ivan Rakitic, Marc-André ter Stegen o de Claudio Bravo. La portería nunca estuvo tan bien cubierta. Jordi Alba, entre los mejores laterales zurdos del mundo, hasta su última renovación, también llegó con Zubi.

Las prisas condenan a Zubizarreta

Pero no pudo disfrutar de los resultados de su gestión. El triplete de 2015 tardó demasiado en llegar. E injustamente con el tiempo solo le ha recordado como el artífice de fichajes como el de Douglas o Thomas Vermaelen.

Robert Fernández vacía las arcas

Pero este mismo tiempo ha puesto a cada uno en su lugar. Su sucesor en el puesto fue un Robert Fernández que hizo rico al Valencia con fichajes como los de André Gomes o Paco Alcácer. El mismo que aceptó un traspaso de 140 millones de euros por un Ousmane Dembélé que un año antes hubiera costado 15. Todo ello mientras rechazaba a un joven Kylian Mbappé que ya la liaba en el Mónaco. No. Dembélé era su apuesta personal.

Como Phillippe Coutinho. Para lo que ha quedado el brasileño que costó 160 millones de euros entre fijos y variables. Y porque el Liverpool no pidió 200

Sin olvidar operaciones como la de Yerry Mina, Gerard Deulofeu (que volvía por segunda vez) o Marlon. Y tampoco es que Nelson Semedo haya dado la talla.

Y cuando parecía que el Barça por fin se había librado de Fernández con su destitución, llegó Eric Abidal, que no ha mejorado el panorama. Todo lo contrario.

Abidal, incapaz

El alzador de la Champions League de 2011 no ha sido capaz de cerrar ni una operación de las que se ha propuesto el club.  Como tampoco ha sabido atar ninguna de las opciones prioritarias para el banquillo. Sin olvidar que ha estado a punto de fichar a un Rodrigo Moreno al que el Valencia estaba intentando colar como loco por 60 millones de euros.

Rodrigo Moreno | EFE

Pero el asunto viene de lejos. Ya se escapó Griezmann en 2018. Un error que le costó al club pagar 20 millones más por su traspaso el pasado verano. El mismo en el que se escapó Mathijjs de Ligt. Un jugador que el equipo necesitaba para perpetrar un cambio generacional que no se está produciendo y que está condenando al ostracismo al equipo catalán. Si los responsables siguen dando bandazos sin rumbo fijo se terminarán estrellando.

Mal final

Así lo ven en el núcleo duro del vestuario, donde corre la opinión de que Josep Maria Bartomeu y su directiva, y en especial Eric Abidal, se están cargando el equipo.

Una situación que a medida que se prolonga agota la paciencia de los pesos pesados. Y sobre todo la de Leo Messi, que no quiere quemar los últimos años de su carrera en un proyecto en caída libre y sin frenos. Menos mientras Cristiano Ronaldo sigue marcando el ritmo en la Juventus y vuelve amenazar con igualarle en Balones de Oro. Y deberían recordar en la planta noble la cláusula que le deja salir gratis a final de cada temporada.