«No va a jugar”. Benzema la lía antes del Real Madrid-PSG (y Zidane ríe la gracia)

La que ha liado Karim Benzema. El francés, con la complicidad de Zinedine Zidane, aún se está riendo. ¿De qué? Pues ni más ni menos que de un compañero del vestuario blanco.

El motivo, tal y como bien sabe Karim y ya se lo ha dicho a sus más íntimos, es que Dani Ceballos “no va a jugar”. Del caso es que al andaluz se lesionó hace unas semanas. Un esguince en el tobillo izquierdo que lo ha mantenido fuera de los terrenos de juego durante varios partidos.

Acelera para llegar al PSG

Pero, consciente de que su equipo se lo juega todo ante el PSG el próximo miércoles en la Champions League, el andaluz ha redoblado esfuerzos y se ha implicado a tope en su recuperación.

Hasta el punto que si sigue entrenándose a este ritmo, podrá llegar a la esperada cita. El problema, como bien sabe Benzema, es que Dani no tiene ninguna opción de jugar contra los franceses.

Por mucho que se esté dejando la piel, Zidane no va a contar con él. No lo ha hecho durante toda la temporada y no lo va hacer en el partido en el que se juega el cuello.

Entre otras cosas porque ha sido el propio Florentino Pérez quien le ha exigido a su técnico que se deje de tonterías y de inventos. Contra los Neymar, Cavani y compañía deben estar los mejores, y Ceballos no forma parte de este grupo.

Ceballos ante sus últimos meses de blanco

Y es que la más que probable suplencia de Ceballos es, una vez más, algo que no sorprenderá a nadie. Zizou, que ya no lo quería en el Madrid, se lo encontró el pasado verano en el vestuario blanco tras ser el presidente quien decidiera su llegada, y no le ha dado bola. No le gusta, ni como juega ni como persona.

De hecho, Dani le ha pedido por activa y por pasiva a Florentino que lo deje escapara. Aunque sea cedido. Quiere jugar y, sabe que si está Zinedine en el banquillo, no lo hará. Al menos en los partidos importantes.

Por mucho que se entrene a tope como lo está haciendo estos días y fuerce para llegar a tiempo, ZZ no le dará ni medio minuto. Y Benzema, que aún se está riendo viendo como entrena el español, lo sabe.