Messi echa a un crack del Barça de su grupo de intocables
El fichaje de Coutinho juega en contra de cracks que iban ganando peso en el Barça de Valverde
Leo Messi cogió su fusil. El astro argentino ha puesto en el punto de mira a uno se sus nuevos ‘amiguitos’ en el Barça. Su rendimiento ha menguado.ç
Desde el fichaje de Coutinho, el grupo de intocables de Messi se ha transformado. El crack brasileño es la tercera pieza del tridente de cracks, llenando el vacío de Neymar.
Asados, casa en Castelldefels, mujeres que hacen buenas migas y la protección de Luis Suárez. Todo ello sitúa a Coutinho en un nivel superior dentro de la plantilla. Y ello afecta negativamente a otros.
Llegó al FC Barcelona envuelto en polémicas. Pero contaba con el aval de Ernesto Valverde (y del propio Messi). Su demoledor arranque de temporada disipó las dudas iniciales.
Paulinho ha marcado ocho goles en Liga, siendo vital en la racha de 25 partidos sin conocer la derrota en el torneo doméstico. Líderes e invictos.
Pero el carácter ciclotímico del fútbol, siempre expuesto a impredecibles vaivenes, ha devuelto la incertidumbre al fichaje de Paulinho: su rendimiento depende del gol.
Un mes y medio sin marcar
El crack de la selección brasileña encadena varios partidos a un muy bajo nivel. Da síntomas de haber perdido la confianza con la que llegó al Barça.
Brilló en el clásico del Bernabéu aunque no marcó. Pero desde su último gol, frente a la Real Sociedad, encadena casi una decena de partidos muy flojos, entre ellos el del Chelsea en Stamford Bridge.
Lo que chirría de Paulinho es su falta de fluidez con el balón en los pies. Ya en verano su fichaje había sido duramente discutido por venir de la liga China.
Anteriormente pasó por el Tottenham con más pena que gloria. Y en el Camp Nou reinaba el escepticismo: 40 millones por un jugador que viene de una liga menor. No encaja.
Paulinho calló bocas a fuerza de goles y disimuló defectos haciendo fuertes sus virtudes: el juego al espacio. Tiene una gran capacidad para el desmarque.
Paulinho se aleja de los cracks
El centrocampista de la canarinha, de 29 años, sabe estar en el lugar indicado y en el momento apropiado. Así caza muchos goles. Necesarios durante el bajón inicial de Luis Suárez.
Pero una vez ha vuelto la mejor versión de Suárez, Paulinho ha caído. Su otra gran virtud es el músculo: tiene muy buena forma física y ayuda a recuperar balones.
Quizá sea este el motivo de su declive. Tras más de un año jugando sin parar, el cuerpo dice basta. Necesita descanso para recuperar su mejor versión. Ernesto Valverde le concedió algunos días de tregua pero parece que no ha sido suficiente.
Su lesión en el pie contra el Espanyol también le ha jugado en contra. No es grave, pero sí muy molesta. Todavía le incordia.
El caso es que por unos motivos u otros, Paulinho está de bajón: sus partidos contra el Eibar y el Chelsea han sido de lo peor que se le recuerda.
Messi descubre sus grandes limitaciones
En el Camp Nou empiezan a pensar que aquella versión letal de Paulinho fue una ilusión muy alejada de la realidad. Que durante un tiempo tuvo la fortuna de su lado.
«Es muy malo«, asegura en declaraciones a Diario Gol un ex directivo del Barça.
Leo Messi es cada vez más consciente de sus defectos: en ocasiones estorba a los delanteros y con el balón en los pies parece cojo. Recibe y pasa, casi siempre en horizontal. No avanza con la pelota.
El astro argentino ha dado las voces de alarma. Lo acogió entre sus brazos como hizo en su día con Arda Turan, y tiene miedo de que sea un caso igual de decepcionante. Ya no es intocable.
