Cristiano Ronaldo o el feo a Benzema que tapan en el Real Madrid (y un chivato cuenta)

Desde el vestuario blanco avisan de la rabieta del crack portugués tras eliminar al Bayern

Rabieta. Cristiano Ronaldo debería estar dando saltos de alegría. Y una parte suya lo está, pero no al completo. En la eliminatoria frente al Bayern le faltó algo para sentirse especial: el gol.

Ni en la ida del Allianz Arena ni en la vuelta en el Bernabéu, Cristiano logró batir al inexperto Ulreich, autor de un error garrafal que supuso el segundo gol de Karim Benzema en Madrid.

Precisamente, el delantero galo fue el gran protagonista del partido de vuelta al anotar los dos goles blancos. Un doblete que le confirmó como jugador más decisivo del choque.

Para Benzema era importante reencontrarse con el gol tras una racha muy oscura en lo personal. En Champions no marcaba desde su doblete al Appoel y Marcelo le había superado en goles.

Contra el Bayern regresó la mejor versión del ariete francés, muy apático este curso pese a la confianza ciega que Zinedine Zidane ha tenido en él. Al fin se sintió importante.

Karim Benzema bayern celebra

Y así lo celebraron sus compañeros, felices de que el galo se vuelva a sentir con confianza. Ha llegado un poco tarde, pero más vale tarde que nunca.

En la final de Kiev será importante tener la mejor versión de Benzema. El choque se celebrará el próximo 26 de mayo. Todavía resta casi un mes para prepararlo.

La pasividad de Cristiano

Pero Cristiano no se mostró tan eufórico como otras veces. Le hubiese gustado ser el protagonista, y no pudo marcar ninguno de los cuatro goles que encajaron los bávaros.

Desde el vestuario blanco apuntan que Cristiano estaba de capa caída. Apático, desconectado, consciente de que su mejor versión ha vuelto a esfumarse.

Y ahora tiene una gran preocupación: volver a recuperarla para el 26 de mayo. Quiere llegar a la cita en perfecto estado para plantar cara al rival más temible: posiblemente el Liverpool de Jurgen Klopp y un Mohamed Salah en estado de gracia.

Aunque los que le conocen dicen que Cristiano sí está feliz por su amigo Benzema y muy contento por la posibilidad de jugar la tercera final de Champions consecutiva, lo cierto es que su comportamiento en público con el galo no fue el esperado. Estuvo feo.