¡Tienen que agarrar a Messi!: Coutinho, Valverde y Luis Suárez: ¡A tortas en el Barça!

El Barça escribe una de las páginas más negras de su historia

El FC Barcelona firmó otro ridículo en Europa por segundo año consecutivo después de perder contra el Liverpool (4-0). Los reds ya esperan rival en la final del Wanda Metropolitano. La copa linda se esfumó. Y el triplete también.

Un partido que terminó con un sueño en el colectivo culé y que ha terminado por segundo año seguido en una auténtica pesadilla. Un choque que terminó con una afición muy enfadada y con un Leo Messi que tres cuartos de lo mismo. No puede ser que dos temporadas seguidas el Barça termine apeado de la máxima competición continental con una renta de tres goles a favor del partido de ida.

Leo Messi no puede más

Un Leo que acabó el partido destrozado y que un año más se quedará sin nada. Sin la preciada Orejuda y veremos sin el Balón de Oro.

La guerra Valverde-Messi, a punto de estallar

Sí, en cambio, se quedará con un Ernesto Valverde que no dio para más. Que otra vez no fue capaz de gestionar una situación en la que todo lo tenía a favor. Que sigue sin imprimir un estilo de juego propio del equipo culé. Que hoy salió a verlas venir, con un carácter propio de un equipo pequeño.

Las miradas que le dedicó el argentino al técnico al término del partido lo decían todo. Al astro culé ya se le termina la paciencia con el míster.  A la guerra no le queda mucho para estallar. El de Rosario está harto de entrenadores de medio pelo.

Escándalo Coutinho

También se quedará con un Phillippe Coutinho que, como coincide una mayoría entre los aficionados, “no puede jugar más con la camiseta del Barça”. Lo del brasileño es un escándalo flagrante. «Y después se va tapando los oídos» o “Fuera ya”, apuntan desde la masa social culé.

Phillippe Coutinho

La gestión de Bartomeu y compañía, por los suelos

Así como también seguirá teniendo al lado jugadores producto de una mala gestión de fichajes, como un Malcom que ni se acerca al nivel que se exige en este Barça, o como un Dembélé que acumula ya siete lesiones esta temporada. Una gestión en la que también figuran futbolistas como Jordi Alba o Sergio Busquets, irreconocibles desde que renovaron.

Esi sí: también con un Luis Suárez al que ha protegido a muerte y que necesita un relevo ya. Al menos para darle descanso. O ni que sea para tener una alternativa.

Vienen días duros en can Barça, en los que los responsables tendrán que analizar muchas cosas. Y cambiar tantas otras si no quieren seguir siendo la risa de Europa.  Josep Maria Bartomeu y compañía ya pueden ir pensando en el Espai Barça. Veremos quién lo llena a este paso.

Ya lo avisaban desde Madrid. Que este Barça no estaba para ganar nada, y así quedó demostrado en Andfield. Se pensaron que iban a Liverpool a recoger el billete a la final y se llevaron un buen retrato de lo que es un equipo que vive de Messi  y que cuando Leo no está al 100%, desaparece.

Otra noche negra en la historia del Barça

En la capital se acordaban de la final de 1986, la que perdió el conjunto culé contra el Steaua de Bucarest en Sevilla. Aquella que también se jugaba en España y en la que en la ciudad condal todos daban por hecho que el Barça se proclamaría campeón de la Copa de Europa. Media Cataluña se fue en autocar a ‘recoger’ la Orejuda y volvieron con las manos vacías después de perder en los penaltis, en una ronda en la que los blaugrana no anotaron ni uno. Este martes, otra página negra para la historia culé.

Así fue la humillación histórica en Andfield

Ernesto Valverde salió con el mismo once que en el partido de ida, con Ter Stegen en la portería; Sergi Roberto, Lenglet, Piqué y Alba en defensa; Busquets, Rakitic,  Arturo Vidal y Coutinho en el centro; y Messi y Suárez en ataque.

Origi señala el camino

El choque empezó con el guion previsto. Un Liverpool presionando muy arriba y el Barça alejando el balón de la portería.  Un inicio que el Barça un supo gestionar de inicio y encajó el 1-0 en el minuto 6 obra de Origi.

Origi Liverpool

Los locales siguieron apretando mientras a los culés les podían los nervios. A los del Txingurri les costaba combinar. Hasta que en el 13’ despertaron. Alisson despejó un disparo de Messi ajustado a la escuadra. La ocasión hizo dar un paso atrás a los reds, que olieron el peligro y retrasaron las líneas una yarda.

Aun así, el ritmo no bajó. El partido era un ir y venir, con poco centro del campo y muchos balones largos. Ningún equipo era capaz de anestesiar al contrario. Pero poco a poco el juego se fue alejando de las áreas. Ahí el Barça se sintió más cómodo, se fue llevando el partido a su terreno y cerró la primera parte con dos ocasiones que podrían haber significado el empate.

El Barça cava su tumba en dos minutos

La segunda parte no solo empezó como la primera. Fue peor para los azulgrana. Wijnaldum empató la eliminatoria entre el 54’ y el 56’ en una pájara brutal del Barça. A media hora del pitido final todo volvía a empezar.

La guinda al ridículo

Ambos equipos mantuvieron la calma hasta que en una jugada para listos Alexander-Arnold sacó un córner y pilló desprevenida a la defensa culé, que vio como Origi anotó el cuarto. Y ahí terminó todo.