Sergio Ramos avisa a Florentino Pérez (y no es nada bueno): bomba en el Real Madrid

En el Real Madrid le siguen buscando destino a Gareth Bale. El galés es uno de los descartados de Zinedine Zidane. El técnico francés no cuenta con el británico para la temporada que viene. Y los responsables blancos no dejan de buscar soluciones para sacar al delantero de Chamartín.

Pero la situación se complica un poco más cada día que pasa. El valor del jugador está en caída libre y sin freno. Y a medida que se vaya acercando el cierre del mercado valdrá todavía menos.

La situación de Bale se complica

El jugador no quiere salir si no es rumbo a un grande. Y sus intenciones pasan por mantener el sueldo de 17 millones de euros que gana en el Madrid. Florentino, por su parte, no quiere dejarlo salir por menos de 80 millones. Y el tira y afloja tiene el asunto en stand by.

Ninguna entidad está dispuesta a satisfacer las pretensiones de ambos. En conjunto resulta una cantidad demasiado elevada para un jugador que en media Europa son conscientes de que el Real no lo quiere.

Una de las propuestas, por ejemplo, llega desde el Manchester United. Pero los red devils no tasan a Bale en más de 60 millones. Y el de Cardiff tampoco quiere recalar en un equipo que el año que viene no juega la Champions League.

Otro de los candidatos a hacerse con sus servicios es el Tottenham. Los Spurs estarían encantados de acoger a su hijo pródigo. Y no descartan meterlo en la operación Christian Eriksen.

Pero en el club londinense no valoran a Bale en más de 50 millones de euros. Es decir, aceptarían un pago de Gareth más 50 ‘kilos’ por Eriksen. Una cantidad que en el Madrid consideran una broma.

Aviso del núcleo duro a Florentino

Sin embargo, los pesos pesados avisan desde el vestuario. La continuidad de Bale empieza a convertirse en un problema.

Saber que no cuenta para Zidane pero estar a expensas de si se va se enrareciendo el ambiente peligrosamente. Y le recomiendan a Florentino que acepte lo que sea para darle salida. Aunque la cantidad que acepte finalmente no cuadre con lo que tenía pensado sacar por su fichaje. Consideran que mejor es perder ahora unos millones que no tener un incendio latente en el vestuario que pueda estallar en cualquier momento de la temporada.