“O juego contra el PSG o me voy”. Aviso a Zidane (y no es Isco ni Marco Asensio)

El crack que pone en liza al técnico francés

No le gustó un pelo. Gareth Bale salió muy enfadado del Santiago Bernabéu el pasado sábado, después del partido entre el Real Madrid y la Real Sociedad (5-2). El galés terminó muy mosqueado con Zinedine Zidane. Y no es la primera vez esta semana.

El delantero arrastra su malestar personal desde la semana pasada, después de que el técnico lo sustituyera por Isco Alarcón en el minuto 66, con empate a un gol en el marcador.

Gareth Bale, el gran ausente ante la Real

Y contra la Real, otra vez. En esta ocasión ni siquiera fue titular y Zidane no le dio entrada hasta que quedaban 17 minutos para terminar el partido y cuando ya estaba todo decidido.

Todo ello acompañado de los privilegios del míster hacia Karim Benzema, que a pesar de estar firmando sus peores actuaciones desde que recaló en Chamartín, lo juega casi todo.

El asunto tiene con la mosca tras la oreja al delantero. Señalan desde el entorno que la decisión del míster responde a que lo quería reservar para el PSG, pero Gareth teme ser el sacrificado en el partido contra el Paris Saint-Germain que se disputa este miércoles en el Bernabéu.

El atacante británico recela de que lo del sábado fuera un ensayo general para el encuentro ante los franceses y que el galo le envíe al banquillo cuando defina el once titular en detrimento de Lucas Vázquez, Marco Asensio o Isco.

Bale no consentirá ser suplente

Al ex del Tottenham le ha costado mucho llegar hasta aquí. Bale ha pasado muchas penurias en la enfermería. Demasiadas para que llegado el momento y estando bien físicamente vea el partido del miércoles desde la banda. Y avisa: “O juego contra el PSG o me voy”. Ahora que el delantero ha conseguido la plenitud física no está dispuesto a dejar pasar el tiempo en el banquillo blanco.

Una posición que no todos ven como un problema en el club merengue. No son pocos los que hace tiempo que le hubieran puesto en el mercado. Muchos opinan que su fichaje está más que amortizado y no cerrarían las puertas a una venta si las cifras cubren las expectativas blancas.