Isco, Sergio Ramos y Marco Asensio o el brutal video de Morata que humilla al Atlético (y a Simeone)
El reciente fichaje de los rojiblancos cantando en contra del club atlético
Álvaro Morata ha sido, esta mañana, presentado como nuevo jugador del Atlético de Madrid. El delantero madrileño llega al club rojiblanco como cedido por 18 meses, aunque los de Simeone tienen opción de compra por unos 60 millones de euros cuando finalice este periodo de cesión.
El futbolista se siente ilusionado y contento de poder jugar en el club en el que ya estuvo en su etapa de adolescente. Y es que, llegó a ser recogepelotas del Atlético en el Vicente Calderón y algunos familiares suyos son reconocidos aficionados del equipo colchonero.
Morata, divide a la afición atlética
Sin embargo y aunque intenta esquivar su pasado más inmediato, el nuevo atacante rojiblanco tiene algunos detractores en la grada del Metropolitano. El motivo no es otro que su paso por el Real Madrid y algunos gestos que no convencen a la afición.
El vídeo que no gusta en el Metropolitano
Uno de los que más escuece todavía entre la parroquia del Atlético es aquel video dónde aparece Morata entonando un cántico que humilla a la que ahora es su afición, tras ganarle la final de la Champions en Lisboa en 2014: “Que se enteren todos los indios, quién manda en la capital…”, rezaba la canción.
Junto a él, Sergio Ramos iniciaba este cántico que proseguían otros jugadores madridistas, como Isco. Esto sucedió en el balcón de la sede de la Comunidad de Madrid en la Puerta del Sol, ante miles de aficionados merengues que celebraban la Copa de Europa en la famosa plaza madrileña.
Momento para hacer cambiar la opinión
El destino ha devuelto a Morata al equipo que tanto quiso de pequeño, pero que desprestigió de más mayor. Ahora tiene una oportunidad de cambiar la opinión de quienes no olvidan esas palabras y que ya se hicieron notar en el último partido en el nuevo coliseo rojiblanco.
Y su debut ante su afición será ante el equipo de Solari. Su objetivo: lograr que se olvide su pasado y cánticos desafortunados. Los goles lo cura todo.
