La comida de Messi en Castelldefels y el pacto que pone los pelos de punta a Koeman

El delantero argentino y capitán del Barça Leo Messi y la comida en Castelldefels que deja a Koeman en una posición muy comprometida

Leo Messi
Leo Messi

Ronald Koeman mandó varios mensajes muy directos a la afición blaugrana, al vestuario y a la directiva del Barça en su primer partida como técnico culé. Por un lado, que su idea es jugar con un doble pivote. Por otro, que no le va a temblar el pulso a la hora de ser consecuente con sus ideas.

Es por eso que, entre otras cosas, pese a ser dos jugadores que estaban disponibles para jugar, el holandés dejó fuera de la convocatoria para el primer partida de la pretemporada de su Barça a Arturo Vidal y a Luis Suárez.

Luis Suárez
Luis Suárez

En el caso del chileno, parece más que evidente que es una manera de proteger al jugador teniendo en cuenta que está a un paso de firmar con el Inter de Milán. Nada que ver con la situación de Suárez.

Koeman ya le hizo saber hace unas semanas que no contaba con él y, por mucho que el uruguayo le esté poniendo las cosas difíciles, parece que Ronald sigue teniendo las cosas muy claras. No convocarlo es una señal inequívoca de que no entra en sus planes.

La comida de Messi y Suárez en Castelldefels

Pero ojo porque el lío empieza a ser importante. Entre otras cosas porque, por mucho que Leo Messi se esté mostrando muy prudente después del terremoto que ocasionó su famosos burofax, el argentino sigue moviendo hilos.

Ha sido en una reciente comida con su amigo Suárez en la que los dos han pactado forzar la máquina todo lo que puedan para que el uruguayo siga. Por mucho que sepa Messi que Koeman no es de los que se rinde fácilmente, sabe también que, si su amigo Luis se acaba quedando, nadie entendería que un jugador de su nivel y, sobre todo, con su ficha, se quedara en la grada.

En el Barça no quieren un caso como el de Bale en el Madrid, pero parece evidente que esa es la intención del charrúa. Y es que, una vez supo que Koeman no contaba con él, el uruguayo dejó muy claro, y sigue haciéndolo, que no se iba a mover del Barça. Una decisión que, una vez ya supo que Leo se quedaba, se ha corroborado recientemente en este pacto entre el argentino y el uruguayo.

A Suárez le queda un año más de contrato y un segundo opcional en el caso de que juegue el 60 por ciento de los partidos de la temporada que viene. Algo que, visto al menos cómo está gestionando la situación Koeman, parece difícil.

Luis Suárez juega sus cartas

En este sentido, desde le club tienen muy claro que el delantero está haciendo todo lo posible para impedir su salida. Insisten en que lo que quiere (y es lógico teniendo en cuenta que le queda un año de contrato y que la decisión de no contar con él es puramente deportiva) es cobrar la ficha de la próxima temporada y hacer las maletas o, mejor aún, quedarse un año más e irse gratis como su amigo Messi el próximo curso.

Por su parte, desde el entorno de Suárez apuntan, con la clara intención de pasar la presión al Barça, que la idea de marcharse no le disgusta y que entiende que es lo mejor si Koeman no cuenta con él, pero que no lo hará si haber cobrado la parte del contrato que tiene vigente.

Un tira y afloja en el que Messi, como siempre, tiene mucho que ver. También las familias de los dos. Antonella Roccuzzo, íntima también de Luis y su mujer Sofía Balbi, están también apoyando al matrimonio Suárez para que no den su brazo a torcer y presionen al club.

Una presión que, si bien es cierto que de momento no está afectando a Koeman, sí que empieza a preocupar a una directiva que ve como Suárez, que tenía pie y medio fuera el Camp Nou (Juventus y Atlético de Madrid está al acecho), puede que se acabe quedando. Algo que, desde luego, pone los pelos de punta a Ronald Koeman.