De amigo de Messi a bulto molesto en el Barça con órdenes a Joan Laporta para que lo eche de forma inmediata

El técnico del Barça Ronald Koeman exige al presidente Joan Laporta que le saque de encima a este jugador más pronto que tarde

Joan Laporta
Joan Laporta

Corría abril de 2018. Samuel Umtiti, que hacía temporada y media que había llegado al Barça, llevaba semanas reclamando una mejora de contrato. Mejor dicho, exigiendo, pues lo suyo era más una amenaza de “o me dais lo que quiero o me voy”.

Entonces se encendió una luz. En un choque contra la Roma, un defensa del conjunto italiano se metió un gol en propia, pero con la confusión parecía que había marcado Umtiti. Y el francés no desaprovechó la ocasión. Lo celebró como si lo hubiera marcado él señalándose el escudo. Y la acción le valió de mucho. Vaya si le valió. Josep Maria Bartomeu picó y pocos días después de firmó un contrato hasta 2024 a razón de más de 12 millones de euros brutos por temporada.

Samuel Umtiti celebra un gol del Barça contra la Roma
Samuel Umtiti celebra un gol del Barça contra la Roma

Umtiti se ríe del Barça

Un gesto que Umtiti se pasó por el forro. Al margen de que su ‘no gol’ no sirvió de nada, pues días después llegó la debacle en Roma (3-0), cuando tuvo su contrato millonario bajo el brazo, Umtiti se marchó al Mundial de Rusia. A pesar de que tenía la rodilla muy tocada. Y en la competición internacional se la terminó de destrozar.

El resultado: el Barça tiene un jugador en la plantilla que parece más un ex futbolista, pero que cobra como uno de los mejores del mundo. No quedan muchas palabras que puedan escribirse aquí para describir su actitud, su bajo compromiso o la mentira de su ‘no gol’ contra la Roma. Sobre todo esto último, que es tan vergonzoso que parece increíble.

Samuel Umtiti
Samuel Umtiti

Koeman exige la venta de Umtiti

Sea como sea, Umtiti ha perdido la confianza de muchos miembros del vestuario. El central se llevaba maravillosamente con los pesos pesados Leo Messi, Gerard Piqué y compañía. Pero en los últimos dos años se ha quedado sin más aliados que sus compatriotas. Y Ronald Koeman lo tiene claro: no lo quiere en el equipo el curso que viene. Es un lastre. Es uno de sus descartes marcados en rojo.

El holandés no quiere que su salida vaya más allá de este curso. Aunque ello implique regalarlo a otro club. Visto lo visto, tampoco será una amenaza allí donde vaya.

El problema será encontrar un club dispuesto a quedarse con un jugador que con 27 ya se ha prejubilado y que cobra una ficha indecente. Bartomeus dispuestos a morder el anzuelo no hay muchos. Basta con un poco de inteligencia.