Piqué en la Roja (o las noches locas que tapa Sergio Ramos)

Los centrales y líderes de la Roja manejan el cotarro en Las Rozas

Desfasado. Así aterrizó Gerard Piqué en Las Rozas para la concentración de la selección española en la última cita previa al Mundial. Tal como llegó, se fue. 

Eso sí, tras participar con éxito en la contundente victoria sobre Argentina, Piqué certificó su reconciliación con la afición de la Roja. Los pitos se convirtieron en aplausos. 

El central del Barça se trasladó a Madrid en mitad de un proceso gripal del que pronto recuperado. En Barcelona se comentaba que lo arrastraba después de pegarse una buena fiesta en la capital catalana el pasado domingo, tras vencer al Athletic Club. Cosas que pasan. 

Sin duda, Gerard es el alma de la fiesta en la selección española. Y aunque Sergio Ramos es quién maneja el cotarro, ambos tienen una relación excelente pese a sus diferencias políticas.

El capitán del Real Madrid es el jugador que se encarga de mantener el orden y a la vez el buen rollo en los entrenamientos. Lleva la voz cantante.

Piqué, en cambio, toma el protagonismo cuando se trata de hacer bromas y, muy especialmente, de montar actividades de ocio en horas de descanso. Le encanta competir en lo que sea.

La pocha y el póker, bajo control del capitán 

El defensa del Barça es un amante del juego en todas sus variantes y acepciones. Desde un simple parchís a sus queridas partidas de póker.

En los últimos tiempos, Piqué ha montado alguna que otra timba inocente, sin grandes apuestas, para jugar con sus compañeros de la selección.

Aunque el juego de cartas que más triunfa en las convocatorias de Julen Lopetegui es herencia de Iker Casillas. Las partidas de la pocha son todo un éxito.

En ocasiones se quedan hasta altas horas de la madrugada jugando. Es uno de los aspectos que más preocupa al cuerpo técnico de cara al Mundial: que no sean disciplinados. 

Ramos es más cauteloso con estas cuestiones y deja hacer al resto siempre y cuando actúen con cabeza. El sevillano se suele encargar de cubrir las espaldas a sus compañeros si pasa algo, pero también les abronca si es necesario.