Gareth Bale es uno de los descartados por Zinedine Zidane para la temporada que viene. Desde el plantón a la plantilla que dio en Vallecas, el jugador galés está sentenciado por el técnico francés.
El club ya le ha comunicado por todos los modos posibles que no cuentan con él para el próximo curso, pero parece que Gareth Bale tiene muy claro que si quieren que se vaya tendrán que pagarle la indemnización de le toca.
Al galés le quedan tres años de contrato a razón de 17 millones de euros limpios por cada uno de esos años, así que Florentino Pérez deberá buscar una manera de desprenderse de él y que sea otro club el que le pague esas cifras.
Reunión exprés
El presidente del Real Madrid pidió al delantero que aceptara escuchar la oferta del Inter de Milán, quien ha sido el equipo que habría ofrecido más dinero por el jugador hasta el momento.
Los italianos estarían dispuestos a asumir 10 millones de euros de la ficha del jugador y el resto lo pondría el Real Madrid en lo que sería una cesión de tres temporadas con el equipo que dirige Antonio Conte.
El agente actúa
Jonathan Barnett se presentó en la reunión y parece que no le gustaron los términos ya que no ha dudado en señalar que es mentira que se haya reunido con la entidad milanesa para hablar del jugador al que representa.
Bale tiene la sartén por el mango, en el peor de los casos se quedaría en el Real Madrid cobrando una millonada y posiblemente sin jugar e incluso apartado del grupo, ya que Zidane no lo quiere ni ver con la plantilla blanca.
