Guerra civil en el Real Madrid por Zidane: cinco cracks quieren echarlo (y cinco que siga para que Florentino Pérez no los eche)

La división en el vestuario blanco corre peligro de ser irreparable

Cuando la pelota entra todo es un camino de rosas. Durante las últimas dos temporadas todo ha sido un derroche de felicidad en el Real Madrid. Toda la plantilla tenía minutos y los resultados salían adelante, así que todos contentos.

Pero esta temporada todo ha cambiado. Los blancos están cosechando la peor racha de resultados de los últimos años. Zinedine Zidane intentó mantener su política de rotaciones, pero la unidad B ya no es la que formaban James Rodríguez, Álvaro Morata y compañía y la fórmula ya no da el éxito.

La situación está haciendo crecer a marchas forzadas la tensión en el vestuario, donde cada vez más miembros de la T4 del Santiago Bernabéu quieren hacer limpieza. Un panorama que tiene al vestuario totalmente dividido.

Los que apoyan a Zinedine Zidane

Por un lado está el grupo que apoya a Zidane. Estos son Cristiano Ronaldo, Karim Benzema, Marcelo, Luka Modric y Keylor Navas. Futbolistas que saben que mientras el galo esté en el banquillo del Real tendrán su puesto asegurado en el equipo. Jugadores que saben que si el francés se va, estarán en la calle.

Y no son los únicos. Raphaël Varanne y Gareth Bale se arriman cada vez más a este grupo.

Los detractores de Zidane

Por otro lado está el clan de los españoles y los suplentes. Isco Alarcón, Marco Asensio, Lucas Vázquez, Dani Ceballos y Mateo Kovacic, que van locos por perder de vista a Zizou.

Los cinco están hartos de los privilegios del técnico hacia sus protegidos y que mientras el galo esté en Chamartín poco o nada podrán hacer por hacerse un sitio en el once titular. Todos ellos están esperando a ser el relevo generacional de los cracks, pero saben que es algo que nunca llegará con Zidane.

Sergio Ramos, a dos bandas

Por último está Sergio Ramos. Como capitán que es, el de Camas intenta no posicionarse en la medida de lo posible. El central sabe que en un club cambiante como el Madrid nadie puede posicionarse con nadie y Sergio juega sus dos barajas a la perfección.

El andaluz sabe lo que debe decirle a Florentino y también a Zidane con tal de no crearse enemigos en el club blanco.