Si hay una posición en el Real Madrid en la que es complicado colgarse el cartel de titular, esa es precisamente la demarcación de centrocampista. No porque no haya pasado talento por la medular merengue, sino porque desde hace años, esas tres posiciones en el engranaje de la zona de creación blanca tienen nombre y apellidos: Casemiro, Kroos y Modrić.
Han sido varios los nombres que han desfilado por la plantilla en busca de hacerse con un hueco en el once titular. Y aunque por etapas algunos lo hayan conseguido, la oligarquía de la CKM siempre ha terminado imponiéndose.
Y lo cierto es que es algo totalmente merecido, ya que a pesar de que dos de los tres pilares se encuentren ya entrados en la treintena y al brasileño le queden solo unos meses, aún no ha parecido ese centrocampista que haya tirado la puerta abajo y se haya asentado de forma tan regular como estos tres futbolistas llevan haciendo desde hace años.
Mucho talento que se quedó a medio camino
El dominio de este tridente ha desembocado en la salida del conjunto blanco de futbolistas muy talentosos que no fueron capaz de arrebatarles la posición de titular. Ejemplos recientes de esto son Kovačić, Ødegaard o Marcos Llorente entre otros. Futbolistas que tuvieron que emigrar de la capital en busca de los minutos que sabían que no se les brindaría en la Casa Blanca.
Esta temporada, parece que le está tocando vivir una tesitura similar a Fede Valverde. Tenemos que remontarnos a comienzos de 2020 para hablar de la explosión del uruguayo en el Real Madrid. En un tramo en el que Modrić bajó un poco el listón –extraño, pero cierto-, el de Montevídeo echó la puerta abajo y demostró su valía para ser una pieza importante en el once de Zidane.
Su imponente físico y su condición de box-to-box le convirtieron en un jugador distinto, con una llegada al área rival fuera de lo común y una pieza clave en el Madrid que ganó La Liga de la pandemia.
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Sin embargo, regresó la competición y con ella regresó Luka. El croata volvió a su nivel habitual, algo que avocó al charrúa de nuevo al ostracismo. Una temporada y media después, aunque Valverde sí ha disputado minutos, y muchos de ellos en citas importantes, lo cierto es que no ha vuelto a tener ese rol de jugador clave en momentos clave.
Su lugar con Ancelotti, en entredicho
Algo que se ha acentuado con la llegada de Carlo Ancelotti al banquillo blanco. Bajo las órdenes del técnico italiano, Valverde es el undécimo jugador de la plantilla en el orden de minutos. No es una mala cifra, pero lo cierto es que gran parte de esos minutos han sido entrando desde el banquillo o en citas menos importantes.
Ante esta situación, fuentes confirman que el uruguayo, descontento con su papel actual en la plantilla blanca, estaría dispuesto a abandonar el equipo en busca de minutos. Algo que tendría pendientes a muchos equipos de Europa, principalmente el Bayern de Múnich, que lo tiene en su radar desde hace mucho.
Sin embargo, por el momento, no es una opción que ni futbolista in club se planteen. Tal es así, que en agosto de este mismo año el charrúa renovó su contrato, aumentando su vínculo con el club blanco hasta 2027.
Es cierto que si esta situación se alarga en el tiempo, jugador y club tendrían que sentarse y plantear distintas alternativas. Pero por el momento, la relación entre Valverde y el Real Madrid va para largo.
