El último escándalo (y va de Bale) en el Real Madrid de Zidane

El lío con el delantero galés que pone patas arriba el Santiago Bernabéu

La situación con Gareth Bale en el Real Madrid es cada vez más complicada. Entre otras cosas porque las posiciones de las dos partes están enquistadas. El club le ha dejado muy claro al jugador que no cuenta con él.

Empezando por Zidane, que ya en el tramo final de la temporada lo dejó en el banquillo. De hecho, se reunieron los dos en mayo en un encuentro en el que el técnico le dejó muy claro que no lo quería ver más vestido con la camiseta blanca. Bale debe marcharse antes de que dé inicio la temporada el próximo 17 de agosto.

Una postura que comparten desde la directiva. Por mucho que le duela a Florentino Pérez, uno de los pocos defensores que ha tenido el galés en el Real desde que llegó, el presidente ha asumido que el de Cardiff debe hacer las maletas.

Entre otras cosas porque es uno de los mejores activos que tiene en el club para llenar las arcas blancas de cara a las diferentes operaciones que tiene en mente para este verano.

Gareth Bale | EFE

El escándalo de Gareth Bale

El problema es que el jugador, a través de su agente Jonathan Barnett, ha dejado muy claro al club que tiene tres años más de contrato y que si quieren echarlo que le paguen los tres años y se irá tan tranquilo.

Una idea que, obviamente, desde la directiva rechazan del todo. Cuentan que es la manera que tiene el extremo de alargar una situación que tiene el final más que escrito. El problema es que esa poca voluntad de marcharse está provocando que su precio baje.

De hecho, a día de hoy en el Real ya no niegan que aceptarían 85 millones por su venta. Saben que Bale sólo se irá a un club donde, como mínimo, le mantengan la ficha, por lo que su fichaje no puede ser por una cantidad astronómica.

De ahí que sean muy pocos los clubes que se hayan interesado de forma real en el delantero. Si bien el Manchester United y el Bayern de Múnich han preguntado por él, en ambos casos la opción que proponen es de una cesión en la que ellos se harían cargo de la ficha.

Una posibilidad que no encaja con los planes de Florentino, que lo que quiere es hacer caja con Bale. Eso sí, cada día que pasa su precio va cayendo. Y ojo que el verano no ha hecho nada más que empezar.