Cristiano Ronaldo pega una rajada bestial contra una estrella del Real Madrid

Cristiano Ronaldo pasará una de las perores vacaciones de Navidad de su vida. El desastroso partido del Real Madrid ante el FC Barcelona en el Clásico, donde los de Zinedine Zidane perdieron por 0-3, deja muy tocados a los blancos.

Un resultado que pone a muy difícil, porno decir imposible, que el Madrid puede seguir luchando por la Liga. Los blaugranas pasarán la Navidad a nada más y nada menos que 14 puntos de los merengues.

Una diferencia que, incluso teniendo en cuenta que el Real ha jugado un partido menos que el Barça, parece ya insalvable. Y Cristiano ya sabe quien es el culpable de la debacle de los suyos ante el conjunto dirigido por Ernesto Valverde.

Una rajada de manual

Para el portugués no es otro que Zinedine Zidane el causante de todos los males del Madrid. O al menos de los males en el Clásico. Una vez finalizó el encuentro, Ronaldo no se cortó un pelo y puso de patas arriba a su entrenador.

Para el luso, Zidane diseñó una táctica y un planteamiento del partido que estuvo muy lejos de convertirse en una buena idea. Dejó a los peloteros en el banquillo y apostó por un once más defensivo y centrado en parar a Leo Messi.

Cristiano, que durante la semana ya le había pedido a Zidane que dejara a Isco en el banquillo y metiera a Bale en el once, vio como ninguno de los dos acabó jugando de titular.

Fue Kovacic la novedad que nadie se esperaba. El croata tenía la misión de frenar en seco a Messi y así torpedear las opciones del Barça. Pero con este sistema lo que consiguió es que el Barcelona estuviera tranquilo esperando atrás y los matara en dos acciones puntales.

Así no se puede remontar

Dos acciones que dejaron en evidencia que la táctica y la idea de Zinedine resultó ser un destare. Tanto es así que CR7 no dudó en rajar de su técnico con sus mas cercanos.

Una rajada que demuestra la poca confianza que tiene la máxima estrella del equipo en su míster. Y sobre todo en que con él se pueda remontar una diferencia que cada partido que pasa resulta más imposible de reducir.