Sergio Ramos se mete en una bronca con Zidane (y se lía la de Dios en el Real Madrid)

El capitán tuvo que frenar a un crack en el vestuario

Un poema. Las caras de los jugadores del Real Madrid lo decían todo al final del Clásico que este sábado se disputó en el Santiago Bernabéu, y que cerró el año futbolístico del equipo de Zinedine Zidane.

Fue el mejor año de la historia del club, pero terminó de la peor manera. El eterno rival goleó a los de Zizou con un equipo en el que muy pocos confiaban a principios de temporada, cuando el Real atropelló a los culés en la Supercopa de España.

Valverde gana la partida

Además, sobre el papel el Barça llegaba cogido con pinzas, mientras que del Madrid se decía que tenía una plantilla muy superior. De hecho, solo hacía falta mirar el banquillo local este sábado, en el que Zidane dejó a Gareth Bale, Marco Asensio e Isco Alarcón.

Pero los de Ernesto Valverde jugaron mejor sus cartas y se llevaron los tres puntos de la capital. El 0-3 deja a los blancos prácticamente descolgados de LaLiga cuando ni siquiera se ha cumplido la primera mitad de la temporada.

Culpable

Una situación de la que en el Real cada vez son más los que señalan a un culpable: Zinedine Zidane. Y es que precisamente el que dejara a los tres cracks en el banquillo y metiera a Mateo Kovacic en el once titular es algo que prácticamente nadie se explica en el Bernabéu.

Y no solo eso. Que no entrara Isco Alarcón ni con el 0-1 o el 0-2, el jugador que probablemente podría haber hecho más daño al equipo de Valverde en los espacios cortos, no solo indignó a un gran sector del madridismo sino también al propio jugador.

Tanto es así que Sergio Ramos incuso tuvo que ponerse los galones de capitán para calmarlo antes, en el descanso y después del partido. Pero es que ni el de Camas tuvo clara la alineación del míster para el Clásico.