Topuria ya tiene un retador por su cinturón: Tsarukyan ofrece medio millón de dólares si pierde contra él
Arman Tsarukyan aseguró en un podcast que ganaría a Topuria, atreviéndose a apostar medio millón de dólares para subirse al ring con él
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El peso ligero Arman Tsarukyan ha elevado la temperatura en el panorama de la UFC al lanzar una propuesta directa y desafiante al actual campeón del peso pluma, Ilia Topuria. En una entrevista reciente concedida al popular Overdogs Podcast, el luchador de origen armenio no solo manifestó su deseo de enfrentarse a Topuria, sino que fue más allá al apostar 500.000 dólares de su propio bolsillo si perdiera un hipotético combate entre ambos.
La apuesta del polémico peleador a Ilia Topuria para hacerse con su cinturón
“Si pierdo, le daré medio millón de dólares. Si le gano, él me da lo mismo”, fueron las palabras claras y seguras de Tsarukyan, pronunciadas durante la entrevista. Con esta apuesta, el número dos del ranking del peso ligero no solo busca calentar motores para un posible enfrentamiento, sino presionar públicamente a la UFC y al propio Topuria para que valoren seriamente el combate.
Una entrevista en la que el armenio aprovechó el espacio para lanzar más de un dardo hacia el campeón hispanogeorgiano, aunque también reconoció sus virtudes dentro del octágono. “Ilia es un buen boxeador, eso es evidente. Pero yo soy mejor peleador de artes marciales mixtas en general. Lo presionaría, lo llevaría al suelo, lo desgastaría. Él se agota cuando lucha. En un intercambio prolongado de golpes puede ganar, pero si lo llevas a tu terreno, no tiene nada que hacer”, explicó.
Una declaración que, sin embargo, no surge de la nada. Desde hace meses, Tsarukyan ha sido uno de los nombres más sonados para disputar el título del peso ligero. Sin embargo, su relación con la UFC no atraviesa su mejor momento. En enero, estaba previsto que peleara contra Islam Makhachev por el cinturón, pero una retirada de última hora durante el pesaje alegando problemas de espalda obligó a la compañía a reformular la cartelera de UFC 311 en tiempo récord.
Aquel episodio no sentó nada bien a los altos mandos, y desde entonces, el luchador parece estar en una especie de “castigo administrativo”. Precisamente por esto, ni la UFC ni Topuria lo mencionan como opción prioritaria para un próximo enfrentamiento. Ilia ha declarado abiertamente que sus principales candidatos son Justin Gaethje o Paddy Pimblett, lo que deja a Tsarukyan fuera de la ecuación a pesar de estar clasificado como número dos en su división.
¿Es factible ver a Topuria pelear contra Tsarukyan o es pura provocación?
Sin embargo, y aunque sobre el papel la pelea entre Tsarukyan y Topuria aún parece lejana, el ruido mediático que está generando el armenio podría acabar modificando los planes. El reto económico, sumado a sus provocaciones en redes sociales y apariciones públicas, podrían presionar a la UFC a considerar el enfrentamiento como una opción atractiva tanto por el espectáculo como por el morbo que genera.
Por su parte, Topuria se ha mostrado reacio a enfrentarse a Tsarukyan en estas circunstancias, especialmente si no ha cumplido ciertos requisitos deportivos previos. El campeón español de origen georgiano incluso ha declarado que estaría dispuesto a dejar el cinturón vacante antes que aceptar que el armenio reciba el combate sin pasar por otra pelea previa.
Esta postura viene motivada por sus propias experiencias, ya que cuando tuvo problemas con el peso en el pasado, la compañía lo obligó a subir de categoría y cumplir con exigencias adicionales para redimirse. Y a pesar de que el regreso de Ilia Topuria al octágono todavía no tiene fecha confirmada, aunque se espera que su próximo combate se anuncie en los próximos meses.
Mientras tanto, Tsarukyan continúa alimentando el fuego, convencido de que su momento llegará si mantiene la presión. La pregunta ahora es: ¿aceptará Topuria el reto o seguirá priorizando otras opciones más alineadas con los planes de la compañía? Sea como sea, el combate ya se ha empezado a disputar fuera del octágono, y el público está más atento que nunca.
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