Fernando Alonso apunta al culpable de la mejora del AMR25 y lanza un dardo: «Ahora nadie miente»
El piloto asturiano no dudó en remarcar la importancia de la presencia de Newey en el box de Aston Martin... y también lanzó una pulla a la escudería
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Desde que Adrian Newey hiciera su aparición en el Gran Premio de Mónaco, la atmósfera dentro del equipo Aston Martin ha experimentado un giro notorio. No fue solo su mítica libreta lo que atrajo las miradas en Montecarlo, sino lo que representó: una figura de autoridad técnica que elevó el estándar dentro del box verde.
El punto de inflexión que la simple presencia de Newey ha supuesto para Fernando Alonso
Un cambio que, por supuesto, no ha pasado desapercibido para Fernando Alonso. Más allá de los dos puntos obtenidos en el GP de Barcelona, los primeros de la temporada, el piloto asturiano ha dejado entrever en sus últimas declaraciones que la mejora del AMR25 no es solo una cuestión de actualizaciones aerodinámicas, sino también de cultura interna. En sus palabras, Newey no solo detecta errores técnicos con una mirada en el pit-lane o en la parrilla; también “cambia las dinámicas del equipo con su sola presencia”.
Precisamente el Gran Premio de España supuso un pequeño pero significativo avance para Aston Martin. Alonso, partiendo desde la posición 13, logró escalar hasta el noveno lugar en solo seis vueltas, sumando así sus primeros puntos en varias carreras. Más allá del resultado, la mejora en el ritmo del monoplaza fue evidente, y muchos no dudan en atribuírselo, al menos en parte, a la influencia de Newey.
«Su forma de ver el coche es especial. Incluso cuando está detenido, observa detalles que otros no ven», comentó Alonso en una entrevista recogida por medios especializados. Este tipo de observaciones parecen haber traído consigo una nueva exigencia interna, tanto a nivel técnico como humano.
Halagos para Newey… y una pulla para Aston Martin
Sin embargo, las palabras de Alonso no se quedan en un simple halago. Muy al contrario, encierran una clara crítica velada pero contundente al funcionamiento anterior del equipo. “Ahora nadie miente”, sentenció el asturiano. Una frase que, aunque puede parecer anecdótica, delata tensiones internas y un posible déficit de sinceridad o transparencia dentro del equipo antes de la llegada del ingeniero británico.
Más allá de esto, Alonso explicó que, en las reuniones técnicas, la presencia de Newey obliga a todos a ser más rigurosos: “Las personas sabían que no podían decir nada demasiado alejado de la verdad, porque él lo detectaría al instante”. Esto sugiere que, anteriormente, no todas las evaluaciones o análisis dentro del equipo eran igual de fiables o comprometidos.
Sin embargo, tal y como ha asegurado Alonso, lejos de resultar intimidante, la figura de Newey parece ejercer un efecto motivador entre los ingenieros y técnicos de Aston Martin. Según afirma el bicampeón mundial, su participación activa en los briefings y su constante atención a los detalles han contribuido a que cada miembro del equipo eleve su rendimiento.
“Su presencia en la sala de reuniones es especial. Todo el mundo estaba más concentrado, más atento a los detalles”, explicó Alonso, resaltando cómo el simple hecho de tener a una leyenda del diseño técnico en la sala obliga a todos a dar lo mejor de sí mismos, elevando de este modo un paso más allá el rendimiento del AMR25, tal y como se ha visto en Mónaco y Barcelona.
Ahora, con la mirada ya puesta en el próximo Gran Premio de Canadá, Alonso espera que la tendencia positiva continúe. Aunque reconoce que el coche aún necesita mejorar en ritmo de carrera, confía en que el circuito de Montreal se adapte bien a las características del AMR25. Pero más allá de esto, Fernando Alonso sueña con que esta sinergia pueda consolidarse de cara a 2026, y que, en algún momento, en plena duda sobre una posible retirada, el talento de Newey no sea una visita ocasional, sino parte integral del proyecto.
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