El cambio de Doncic que asusta a la NBA: así apunta al Eurobasket y a su primer anillo con los Lakers
Doncic ha protagonizo este verano un cambio físico con el que aspira a consolidarse como el mejor jugador del panorama actual


Luka Doncic ha protagonizado un cambio físico que ha dado la vuelta al mundo del baloncesto. El jugador esloveno, actual estrella de Los Angeles Lakers y uno de los talentos más brillantes de la NBA, ha sido portada reciente de la revista Men’s Health, donde se muestra con un aspecto renovado y visiblemente más delgado, en una transformación que refleja no solo una evolución estética, sino una decisión estratégica clave en su carrera.
Doncic da carpetazo a la polémica con su físico y alcanza su cénit
Desde su llegada a la NBA, el físico de Doncic ha sido motivo de debate constante. A pesar de sus increíbles estadísticas. promediando más de 28 puntos, 8 rebotes y 7 asistencias por partido en la última temporada, muchos expertos y aficionados coincidían en que el escolta podía rendir aún más si mejoraba su forma física. Algo que ya quedó demostrado con otras estrellas de la NBA, como es el caso de Luka Jokic.
Es cierto que, a lo largo de los años, el esloveno había hecho varios intentos de mejora, pero siempre parecían incompletos o poco sostenibles. Ahora, sin embargo, la transformación es evidente y ha sido reconocida por medios y seguidores. Doncic ha perdido peso de forma significativa, y luce un cuerpo más definido, en el que se adivina un esfuerzo disciplinado y sostenido durante meses.
Un cambio que, en palabras del propio jugador, nació este verano en forma de un punto de inflexión: “Simplemente creo que necesitaba un nuevo comienzo después de todo lo que pasó. Si me detengo ahora, todo esto habrá sido en vano”, comentó Doncic en la entrevista con Men’s Health. Una frase que refleja su compromiso y la mentalidad con la que ha encarado la pretemporada.
Pero, ¿cómo lo ha logrado? El nuevo Doncic es el resultado de un plan nutricional estricto y un intenso programa de entrenamiento. Ha eliminado el gluten de su dieta, ha reducido drásticamente el azúcar y ha aumentado la ingesta de proteínas, todo bajo la supervisión de su preparador personal Anze Macek. Además, ha añadido sesiones diarias de entrenamiento en pista, combinadas con trabajo en el gimnasio, con especial atención al equilibrio, el control corporal y la desaceleración, aspectos que él considera parte esencial de su “atletismo funcional”.
“No todo es saltar alto”, afirma Luka. “Yo destaco en el control del cuerpo, en la forma de frenar, en cómo administro el ritmo del juego”. Sin embargo, y a pesar de la transformación, Doncic mantiene su esencia: un jugador cerebral, técnico y con un instinto competitivo fuera de lo común, con las vista puesta en todo lo que está por venir.
Un cambio físico que se centra en dos objetivos: su primer anillo y el Eurobasket
Sin embargo, este cambio físico no es casual ni responde solo a la estética. Luka Doncic se prepara para dos grandes retos que podrían marcar un antes y un después en su carrera: llevar a Eslovenia a conquistar el Eurobasket 2025 y buscar su primer anillo de campeón en la NBA con unos Lakers renovados.
Con la vista puesta en el torneo continental, que se disputará el próximo mes de agosto, Doncic quiere llegar en el mejor estado posible para liderar a su selección. Tras quedarse sin medalla en las últimas grandes citas, el Eurobasket representa una oportunidad de oro para Eslovenia, que contará con su máxima estrella al 100%.
Por otro lado, su ambición en la NBA no ha hecho más que crecer. Tras su traspaso desde los Dallas Mavericks a los Lakers, Doncic sabe que está en uno de los equipos más icónicos del mundo, pero también en uno de los más exigentes. La franquicia californiana ha movido ficha en el mercado, incorporando a jugadores como Deandre Ayton, Marcus Smart y Jake LaRavia, buscando así construir una plantilla que pueda pelear por el título desde el primer día.
Ahora, con tan solo 26 años, Luka Doncic entra en una nueva etapa de su carrera, más maduro y más preparado que nunca. Su cambio físico es también una declaración de intenciones: quiere ser el mejor, no solo con el balón en las manos, sino también cuidando su cuerpo y su longevidad como profesional.
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