El enésimo enfado de Fernando Alonso con Aston Martin: «No estáis entendiendo la situación»

Fernando Alonso no puntuó en Bakú tras una salida en falso y una mala gestión de las paradas

F1-Fernando Alonso
F1-Fernando Alonso

Fernando Alonso volvió a protagonizar un episodio de tensión con Aston Martin durante el Gran Premio de Azerbaiyán. El piloto asturiano, que partía desde la undécima posición, terminó fuera de los puntos tras una carrera marcada por los errores, tanto propios como de su equipo, que volvieron a terminar con una carrera sin puntuar para el asturiano, que protagonizó un nuevo ataque de frustración por radio.

Una salida en falso y una estrategia equivocada volvieron a hacer explotar a Fernando Alonso

Y es que ya desde el primer minuto, la cita en Bakú comenzó con un contratiempo decisivo ya que Alonso realizó una salida en falso que le valió una penalización de cinco segundos. Aunque el bicampeón había logrado mantenerse en el grupo de carrera durante las primeras vueltas, el castigo lastró cualquier opción real de escalar posiciones y pelear por la zona de puntos.

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En circuitos urbanos como el de Azerbaiyán, donde adelantar resulta especialmente complicado, ese tipo de errores se pagan caros. Y así fue, ya que poco la tensión con el equipo británico empezó a ser evidente. Alonso se quejó por radio de la falta de agarre de su Aston Martin, asegurando que el monoplaza no respondía a las exigencias del trazado, lo que le llevó a volver a explotar por radio contra su equipo.

Alonso, que ya había advertido en grandes premios anteriores de las carencias del AMR25, se mostró visiblemente incómodo con el comportamiento del coche, lo que agravó su malestar con la estrategia que estaba por llegar. Sin embargo, la gestión de la parada en boxes fue el punto de mayor fricción. El equipo decidió llamarle a cambiar neumáticos en un momento que Alonso consideró inadecuado.

Según explicó por la radio interna, la escudería le hizo entrar únicamente para pelear con un rival directo en pista, algo que el propio piloto criticó duramente: Quizá no era la mejor idea, ¿no? Lo de parar solo para luchar con otro coche. Pero, OK”, lanzó en un tono claramente irónico, que recuerda a otros encontronazos que ha habido durante otros Grandes Premios.

Este mensaje, breve pero contundente, fue interpretado como un dardo directo hacia la dirección de carrera del equipo, al que acusó de no estar valorando bien el contexto de la prueba. Con esa decisión, Alonso quedó sin margen para recuperar posiciones, condenando definitivamente su resultado.

La tensión entre Fernando Alonso y Aston Martin sigue creciendo

El desencuentro no fue puntual. Durante varias fases de la carrera, el asturiano insistió en que el coche era ingobernable en el asfalto de Bakú y acusó al equipo de no escuchar sus advertencias: “No estáis entendiendo la situación. Lo mal que está”, espetó en plena prueba. Estas palabras reflejan una ruptura creciente en la confianza entre piloto y escudería, una dinámica que ya se había manifestado en citas previas y que en Azerbaiyán alcanzó un punto álgido.

El resultado final fue decepcionante. Alonso cruzó la meta fuera del ‘top 10’ y sin sumar un solo punto, lo que agrava la sensación de estancamiento en Aston Martin. La temporada comenzó con expectativas mucho más altas, pero el rendimiento irregular del monoplaza y las decisiones estratégicas discutibles han ido mermando la moral del equipo y, sobre todo, la del piloto.

El enfado en Bakú se suma a otros episodios de reproches públicos, y alimenta las dudas sobre la continuidad de Alonso en la escudería británica. El bicampeón, conocido por su carácter competitivo, ha dejado claro en más de una ocasión que no está dispuesto a conformarse con pelear por posiciones secundarias.

El Gran Premio de Bakú quedará marcado como una de las carreras más tensas entre Alonso y Aston Martin. Un error en la salida, una sanción y una estrategia fallida desembocaron en un nuevo desencuentro que deja en el aire más preguntas que respuestas sobre el futuro inmediato del asturiano. Lo que está claro es que Fernando Alonso no piensa bajar el listón de su exigencia, y que la paciencia del piloto con el rendimiento del AMR25 parece agotarse.

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