Zidane retrata a Cristiano Ronaldo en la vuelta a Madrid

El entrenador blanco recrimina al delantero su actitud durante los partidos

Zinedine Zidane es hombre de pocas palabras, pero fuerte carácter. El técnico del Real Madrid desde el pasado 4 de enero es consciente de que ser entrenador del club blanco es una oportunidad única, y debe aprovecharla. Es por ello que, tras el regreso de la expedición a la capital española, el francés mandó un duro, aunque respetuoso, mensaje a Cristiano Ronaldo.

La intención de Zizou –Cristiano le llama así cariñosamente, aunque ello denota una leve falta de autoridad– consiste en imponer su jerarquía. El entrenador está por encima del resto. Es por ello que recriminó a Cristiano su actitud individualista y su falta de compromiso con el grupo en el Benito Villamarín, según han confesado fuentes del club blanco a este diario.

«Con o sin Cristiano»

Zidane quiere triunfar, «con o sin Cristiano». En estos momentos, el técnico aspira a triunfar con Cristiano, porque confía en su talento, a pesar del descenso de rendimiento que ha experimentado esta temporada. Pero lo que más claro tiene Zidane es que no hipotecará su futuro por una estrella venida a menos. Zidane le ha exigido el máximo compromiso por el bien del equipo.

La actitud del portugués no pasa desapercibida, y en el seno del club hay quien piensa que se ha dejado. Se ha rendido al salir derrotado en su duelo particular con Leo Messi y podría pensar que es beneficioso terminar flojo la temporada para conseguir salir del Madrid a un precio más barato y, así, conseguir un último contrato más elevado.

¿Carne de banquillo?

En el club también se baraja otra hipótesis, y es que Cristiano priorice hacer un buen papel con Portugal en la próxima Eurocopa. La realidad es que cada vez falla más, se exige menos físicamente, se permite viajar constantemente a Marruecos, con todo lo que ello afecta a su preparación, y ya ni siquiera se enfada tanto como antes cuando falla.

Zidane también ha detectado estos síntomas de dejadez. Su reto es conseguir que vuelva a ser el de antes, cosa difícil por el inevitable paso del tiempo. En el supuesto de que las cosas sigan así, sin un cambio de actitud, el francés no descarta sentarlo en el banquillo. Algo que todavía no hará, consciente del incendio mediático que podría provocar.