Piqué pierde los papeles al final del Clásico

El central catalán del FC Barcelona Gerard Piqué reacciona así tras la derrota en el Clásico disputado contra el Real Madrid

Clásico Real Madrid - Barça
Clásico Real Madrid - Barça

El FC Barcelona perdió el último Clásico de la década actual. Los blaugrana dieron una respuesta rápida al gol de Fede Valverde en el minuto 5. Lo hizo Ansu Fati, anotando el empate solo tres minutos después, y así se llegó al final de una primera parte que no da para hablar mucho más.

La segunda, sin embargo, sí dejó notas a tener en cuenta. La que más: el penalti de amateur cometido por Clement Lenglet sobre Sergio Ramos que Juan Martínez Munuera señaló tras consultar del VAR.

Ansu Fati
Ansu Fati

Indignados con el arbitraje

Una acción que, para muchos, fue injustamente determinante. Ronald Koeman o Guillermo Amor se refirieron al asunto, pidiendo al estamento arbitral que unifique criterios, pues en su opinión los arbitrajes son distintos dependiendo de su se trata el Barça u otro equipo.

Uno de los más indignados con este arbitraje fue Gerard Piqué. El central no daba crédito cuando el colegiado hacía el gesto del VAR y señalaba el punto de penalti. Para el catalán, tal y como ha reconocido en algunas ruedas de prensa. Llueve sobre mojado con este asunto. Y es que está claro que la acción se puede interpretar como un penalti claro. Pero ciertamente, fue de esos que no se acostumbran a pitar.

Clement Lenglet comete penalti sobre Sergio Ramos
Clement Lenglet comete penalti sobre Sergio Ramos

Piqué responde en silencio

Un mosqueo y una pérdida de papeles de Piqué que también queda patente en el que ni siquiera se haya pronunciado tras el partido. Ni en las redes sociales, donde el zaguero suele mostrar actividad cuando detecta lo que considera injusticias sobre el terreno de juego.

Y no solo eso. El jugador al que Piqué y el resto del núcleo duro mandaron a hablar para Movistar+ fue a Sergiño Dest. Un jugador que apenas suma tres partidos con el conjunto blaugrana y que ni siquiera hablaba ni una pizca de español. Vamos, que en un momento importante y complicado salió a hablar el peso menos pesado. Porque si los responsables de la competición no se la toman en serio, mucho menos lo harán los jugadores.