Messi le pega la estocada final al Barça: el padre retrata al hijo comunicando al club la decisión inmediata

La Liga dio a conocer esta semana los nuevos límites salariales de los 42 equipos de Primera y Segunda División. Y el Barça es uno de los más perjudicados. La situación económica en el club catalán se complica y no será Leo Messi el que eche una mano a los responsables del club.

A causa de la crisis del COVID-19, el Barça ha tenido que reducir el presupuesto de esta temporada de los 1.120 millones que esperaba a los 791. Ello ha significado una fuerte bajada en el tope salarial de la plantilla. Ahora son 382 millones los que puede dedicar a pagar sueldos, que son 274 ‘kilos’ menos de lo esperado.

Urgencia económica en el Barça

Así las cosas, a los culés no les queda otra que aligerar los sueldos del primer equipo, y llevan semanas negociando el asunto con el grueso del equipo, a excepción de Ter Stegen, Lenglet, De Jong y Gerard Piqué, que negociaron sus renovaciones por su cuenta.

Y entre los que sí están en la negociación, está un Messi que solucionaría muchos problemas a los responsables del club si aceptara rebajarse el sueldo. No obstante, si hay alguien que no lo hará es el crack de Rosario.

En el club ya conocen la posición del jugador. Su padre y representante ya ha trasladado a la junta gestora que no piensa mover un dedo en este sentido.

Messi ya piensa en su futuro lejos del Barça

Si no ocurre nada extraordinario, Messi hará las maletas a final de temporada. Por tanto, la situación económica del club hoy por hoy es algo que ya ni le va ni le viene.

Una posición que no solo han comunicado a la entidad azulgrana. El propio delantero la dejó muy clara públicamente su llegada al Aeropuerto de El Prat esta semana, tras su concentración con Argentina. “Estoy cansado de ser siempre el problema en este club”, dijo el de Rosario. Y dejará de serlo, pero cuando toque.

Messi lo tiene claro

Messi ya bajó la cabeza el pasado verano, tras el burofax que mandó a Josep Maria Bartomeu y su junta directiva comunicando que se quería marchar. Perdió el pulso y tuvo que quedarse a la fuerza.

Pero ahora irá con pies de plomo. Cumplirá con lo que se le exige, intentará levantar algún título y pondrá fin a su etapa en el Barça cuando cumpla su contrato a final de temporada. Y será entonces cuando deje de ser “un problema para el club”, económico, en el vestuario o donde sea. Pero no antes. No renunciará ni a un euro.