“Me voy”. Y no es Isco, Marco Asensio, Bale y Benzema (y no lo para ni Sergio)

Un jugador de la actual plantilla madridista se harta y pide marcharse. No quiere seguir siendo suplente y quiere aprovechar el mercado invernal para recuperar esos minutos que no está teniendo en el equipo blanco.

Volvió en busca de minutos

Se trata de Mariano Díaz. El dominicano llegó este verano con las pretensiones de ser importante en el Real Madrid, tras su paso por el Olympique de Lyon. En Francia fue uno de los grandes artilleros de la liga y una oferta firme del Sevilla hizo que Florentino no dejara pasar la oportunidad y ficharle de vuelta.

Sin embargo, su protagonismo esta temporada se reduce a 267 minutos con la camiseta merengue, una sola vez de titular (ante el Levante) y un solo gol (frente a la Roma, en septiembre).

Ni con Lopetegui ni con Solari

Con Lopetegui no tuvo la presencia que esperaba, aún así poco a poco iba entrando en el equipo. Pero, con el cambio de entrenador ha llegado la oscuridad plena del atacante.

Cuando llegó Solari al banquillo, Mariano no estaba disponible debido a una lesión que sufrió en El Clásico ante el Barcelona. Aunque en las últimas semanas ya había superado ese contratiempo, el argentino no le ha tomado en cuenta.

En Eibar no fue ni convocado y los primeros minutos que disfrutó fue en el Olímpico de Roma ante el equipo italiano. Y mañana ante el Melilla podría estrenarse como titular, tras el relevo técnico.

El dominicano no quiere seguir

Este plano secundario no convence al delantero, que ya ha tomado una decisión: “Me voy”, ha declarado a algunos de sus grandes amigos dentro del vestuario, según comentan desde su entorno.

Entiende que su carrera deportiva vuelve a verse truncada y su progresión no puede crecer estando en Concha Espina y a la sombra de los ‘cracks’ mundiales que necesitan los blancos para cubrir la falta de gol que dejó este verano Cristiano Ronaldo.

Eso sí, el nuevo ‘7’ del Real Madrid no escatima en lujos. Ya que ayer llegó al entrenamiento como si de un jeque se tratase. Conduciendo un Rolls Royce de 250.000 euros, que ni Florentino Pérez se permite.