Messi tuvo que renunciar a uno de sus mayores vicios para cumplir su sueño: así consiguió jugar con la Selección Argentina
El futbolista ha cambiado muchos de sus hábitos por continuar ligado a lo que mejor se le daba
Leo Messi ya es historia del deporte rey. El Campeón del Mundo es el futbolista que ostenta el mayor palmarés. Allá por donde va, se convierte en una estrella, revolucionando a todo el mundo. El último ejemplo es la Major League Soccer, que ha crecido a golpe de récord desde que el argentino llegó al Inter de Miami.
Ahora bien, en su día tuvo que pasar un duro proceso para convertirse en el mejor. Cuando solo era un niño, tuvo que tomar hormonas de crecimiento y luchar para hacerse un hueco en la élite. Además, como cualquier adolescente, tenía vicios que tuvo que abandonar por cumplir sus sueños.
La Coca-Cola era uno de los productos favoritos de Messi. Diariamente, acompañaba su dieta con este refresco. Cuando comenzó a despuntar en el Newell´s, Fabían Soldini, hombre de máxima confianza del futbolista, le obligo a dejar de tomar esta bebida, haciéndole una promesa que no tardó en cumplir.
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Messi dejó de tomar Coca-Cola hasta que le llamase la Selección Argentina
Cuando Soldini le hizo la propuesta, Messi solo tenía 15 años. Todavía seguía jugando en Argentina y el Barça no había llamado a su puerta. Aunque fue más tiempo de lo que esperaba, dejó de tomar Coca-Cola para cumplir su sueño de vestir la elástica de su país.
Cuando ya despuntaba en las categorías inferiores del Barça, la albiceleste llamó a su puerta. No fue la única selección que se interesó por ingresarlo. España le había llamado, pero Leo siempre tuvo claro que solo quería jugar para Argentina. Fue en 2004 cuando pudo debutar ante Paraguay, en categorías inferiores.
No fue fácil la incorporación de Messi a la albiceleste. Aunque ahora es impensable imaginarse al combinado sudamericano si el “10”, su llegada a la absoluta costó más de lo que se esperaba. No le tenían en cuenta y esto comenzó a ser una frustración para él.
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Finalmente, pudo debutar ante Hungría en 2005. Así es como comenzó una historia de amor incondicional a unos colores. Desde dejar la Coca-Cola hasta levantar la Copa del Mundo en Qatar.
