Camavinga genera el primer gran lío en el Real Madrid: o Ancelotti lo hace jugar o amenaza con irse

El fichaje del centrocampista francés Eduardo Camavinga ya es un problema para Carlo Ancelotti

Eduardo Camavinga
Eduardo Camavinga

Eduardo Camavinga se convirtió en el fichaje sorpresa de última hora de Florentino Pérez para el Real Madrid. Si bien es cierto que el centrocampista francés llevaba mucho tiempo siendo un objetivo blanco, pocos creían que éste iba a ser el verano en el que iba a aterrizar en el Real Madrid.

Sin embargo, viendo Florentino que el fichaje de Kylian Mbappé se estaba convirtiendo en un imposible, el Madrid movió ficha y se hizo con el del Rennes. Un fichaje más que acertado por parte del Real dadas las cualidades de Camavinga y, sobre todo, teniendo en cuenta que es un fichaje a medio-largo plazo.

El lío con Camavinga en el Real Madrid

El problema es que, cuentan desde el entorno del jugador, que Eduardo, que sí que aceptó la oferta del Madrid más que encantado, ya ha dejado claro que no ha llegado al Bernabéu para ver el fútbol desde el banquillo.

El centrocampista es consciente de que está en un momento clave de su carrera, y que lo que necesita es jugar todo lo posible. Y ahí Carlo Ancelotti tiene un problema, y serio. Son muchas las opciones que tiene el técnico italiano en la medular, con Casemiro, Kroos y Modric como primeras opciones y Valverde, Isco y Ceballos como alternativas. A ellas se les une ahora un Camavinga que, ojo, puede jugar tanto de pivote como de interior.

Un Camavinga que ya ha asegurado en su entorno que tiene muy claro que, si ve que no juega de forma regular y tiene un futuro claro en el once de Ancelotti, pedirá una cesión al club.

Venía de ser una de las referencias en el Rennes francés y no quiere ver cortada su progresión futbolística. Por mucho que Eduardo sepa que Modric jugará poco y que el físico de Kroos ya no es el que era, teme ser siempre una segunda o tercera opción para Ancelotti. Y eso es lo que quiere evitar a toda costa. Su entorno se lo ha dejado claro a Florentino: o juega, o pedirá una cesión.