Alejandro Grimaldo quiere volver al Barça y Xavi Hernández lo ve con buenos ojos

Grimaldo, del Benfica, formado en La Masía, desea regresar al Barça en verano

Alejandro Grimaldo
Alejandro Grimaldo

Alejandro Grimaldo tenía todo lo necesario para llegar al primer equipo del Barça, y todos apostaban por que lo lograría más pronto que tarde. Después de ingresar a La Masía siendo un crío, procedente de las categorías inferiores del Valencia, fue quemando etapas a velocidad de crucero. Así, hasta llegar al filial azulgrana, donde era el capitán.

Pero se cansó de esperar una oportunidad que nunca le llegó. Luis Enrique, el entrenador en ese momento, nunca apostó por la cantera, y prefirió fichar jugadores para esa demarcación, lo que provocó que el valenciano decidiera hacer las maletas, y aceptar la oferta del Benfica, no sin antes ‘rajar’ del asturiano. Tuvieron un cruce de declaraciones muy acalorado, que ahora es lo que le cierra las puertas de la selección española, con la que no ha jugado nunca.

Porque nivel tiene de sobras, y así lo ha demostrado en su etapa en Portugal. Hace tiempo que se quitó el cartel de promesa, y se convirtió en uno de los mejores jugadores de todo el continente en su posición. Defensivamente, que era donde presentaba más carencias, ha mejorado mucho, y en ataque es un peligro, gracias a su velocidad, su potencia, y su precisa zurda. Ha sonado para varios equipos, pero aún sigue en Lisboa, tras más de cuatro años.

Sin embargo, tiene decidido irse este verano. Ha sido vinculado con equipos como el Manchester City, la Juventus de Turín, el Newcastle United o el Bayern de Múnich, pero su sueño es regresar al Camp Nou. Y cree que ahora podría tener una muy buena oportunidad, viendo que Jordi Alba está en la recta final de su carrera, y su nivel está muy lejos del de antaño. Xavi Hernández confía en Alejandro Balde, pero no ve con malos ojos la incorporación de un jugador más experimentado.

Xavi Hernández
Xavi Hernández

El precio, el gran escollo de Grimaldo

El gran obstáculo que impide el aterrizaje de Grimaldo en el Barça es su elevado precio. Aunque acaba contrato en 2023, y ya ha dicho por activa y por pasiva que no renovará, ‘las Águilas’ solicitan más de 30 millones de euros.

Una cifra que Laporta no puede ni quiere pagar.