Messi calla la fiesta loca de un crack del Barça que pasa factura contra el Celta

El problema creciente con un peso muy pesado culé

Preocupación. En el FC Barcelona empiezan a saltar las alarmas con Gerard Piqué. El central culé atraviesa uno de sus peores momentos desde que regresó a la ciudad condal de la mano de Pep Guardiola. Y el asunto no es nuevo.

El jugador quedó retratado en los dos goles del Celta en el choque que este sábado enfrentó a gallegos y catalanes. Un partido que terminó el empate y que le costó dos puntos al líder de LaLiga.

Lento

En el tanto de Iago Aspas llegó tarde para impedir el contraataque y se quedó a un mundo de cubrir el disparo de Maxi Gómez, que terminó en el despeje de Marc-André ter Stegen y en el remate de Aspas. La jugada dejó claro que está muy lejos de su mejor estado de forma.

En el segundo se fue a cubrir la portería en lugar de intentar impedir el chute de Maxi, que marca a placer.

Fallón

Además, tampoco estuvo acertado cuando tuvo la ocasión de redimir sus errores. Recibió un balón vertical de Leo Messi que le dejó solo delante de Rubén Blanco, pero envió el balón al palo cuando lo tenía todo para poner a los blaugrana por delante. En este caso, se evidenció que no tiene la cabeza donde debe.

La situación tiene de los nervios a los responsables culés, y es que conocen bastantes de los motivos que podrían haber llevado al futbolista a este mal momento.

Algunas voces en los despachos azulgrana apuntan a que el problema es que el jugador se está acercando demasiado a la noche.

Desconectado

Las visitas a discotecas y al Casino de Barcelona no están gustando nada a los mandatarios culés. No solo dañan la imagen del zaguero, también la del club y del equipo.

Y a Ernesto Valverde tampoco le pasa desapercibido. Con la plaga de lesiones que está sufriendo la retaguardia, al Txingurri no le queda otro remedio que alinearlo. Pero si fuera por el técnico se quedaría más de un partido descansando en el banquillo. O en la grada.

Tampoco le ayuda el soporte que tiene el jugador entre la afición y entre los pesos pesados del equipo. Los cracks callan la ‘rebeldía’ del futbolista, pero no es algo que pase desapercibido en el vestuario del Camp Nou.

Los capos están muy mosca y también apuntan que su comportamiento no ayuda a la imagen del grupo. Pero quieren recuperar al mejor Piqué y no creen que echarlo a los pies de los caballos sea la solución. Ya lo hace él solo.