Luis Suárez monta un show en el Barça que arrastra a Messi

El uruguayo muy molesto con las últimas informaciones

Luis Suárez es muy consciente que no ha empezado nada bien la temporada. O mejor dicho, no tan bien como lo había hecho en anteriores años. El rendimiento del uruguayo no es el esperado y ya hay muchos que le han puesto la cruz.

Poco a poco el delantero va recuperando la forma y marcando en momentos claves, como en el último partido del FC Barcelona ante el Villareal. Pero ya no es el killer que enamoró a la afición blaugrana.

Pese a que le pone todas las ganas y todo el empeño del mundo, este año Luis no está tan acertado como los anteriores. Y con la marcha de Neymar los goles de Suárez son más importantes que nunca.

Ni hablar

Es por eso que cuando el goleador se ha enterado que el Barça lo tiene ya todo hecho con Antoine Griezmann, ha montado un show que pocos olvidarán. Suárez no se puede creer la poca confianza que tiene puesta en él tanto Ernesto Valverde como Bartomeu.

No entiende que, por unos meses de bajo rendimiento, ya se lo quieran cargar. Pero el problema para el uruguayo es que el club va por su cuenta. Saben que el equipo va muy necesitado de gol y ya se han puesto las pilas.

Las negociaciones con Griezmann están más que avanzadas y todo apunta a que el próximo verano se pagará su cláusula y el francés aterrizará en el camp Nou. Será un refuerzo de lujo a la espera de ver como evoluciona Dembélé.

Messi está en el ajo

Pero el enfado de Suárez ha salpicado también a otro crack del equipo: Leo Messi. El argentino y el uruguayo son íntimos amigos y Leo ha sido el primero en salir a defender a su compañero en ataque.

De hecho, el mismo Messi ha intentado por todos los medios a su alcance torpedear cualquier negociación del club con algún jugador que pudiera venir y hacerlo sombra al ‘Gordo’.

Pero por mucho que los dos estén enfadados con la situación, Valverde ha dado el ok al club para que se cierre cuanto antes la operación Griezmann. Una operación que, le guste o no a Suárez, hará que el Barça vuelva a tener tres primeras espadas en ataque. Y con Dembélé en la recámara.