Doncic, listo para convertirse en leyenda del Eurobasket tres años después de su histórica hazaña
Eslovenia debuta hoy en un Eurobasket en el que Doncic escribió su nombre con letras de oro tras su legendaria actuación con Francia en 2022


El Eurobasket 2025 arrancó ayer, martes 27 de agosto, con la promesa de convertirse en una de las ediciones más apasionantes de los últimos años. El campeonato reúne nuevamente a lo mejor del baloncesto europeo y, como siempre, los ojos vuelven a posarse en un nombre que brilla con luz propia: Luka Doncic.
La selección de Eslovenia debutará hoy, jueves 28, frente a Polonia, en un choque que marcará el inicio de un camino lleno de expectativas. No solo porque los eslovenos se presentan como candidatos naturales a luchar por el título, sino también porque cada actuación de Doncic revive el recuerdo de uno de los capítulos más espectaculares de la historia reciente del baloncesto continental: su inolvidable partido contra Francia en el Eurobasket 2022.
El día que Doncic ascendió al Olimpo del baloncesto con una actuación histórica
Para ello tenemos que remontarnos tres años atrás, al torneo celebrado en Alemania, Italia, Georgia y República Checa, que reunió a tres de los mejores jugadores del mundo: Doncic, Nikola Jokic y Giannis Antetokounmpo. Pese a semejante constelación de estrellas, ninguno de los tres alcanzó las semifinales, pero el torneo dejó actuaciones para la posteridad.
En el caso del base esloveno, su rendimiento en la fase de grupos fue colosal. Eslovenia ganó cuatro de cinco partidos en el denominado “grupo de la muerte”, imponiéndose a potencias como Alemania y Francia. Fue precisamente contra los galos cuando Doncic escribió una página dorada en los libros del baloncesto europeo.
Fue el 6 de septiembre de 2022, en el Köln Arena de Colonia, Luka Doncic firmó 47 puntos, 7 rebotes y 5 asistencias frente a la poderosa selección francesa. Aquella exhibición se convirtió en la segunda mayor anotación individual en la historia del Eurobasket, solo superada por los 63 tantos de Eddy Terrace con Bélgica en 1957.
En aquel encuentro, Doncic encestó con una facilidad pasmosa: 18 de 23 en tiros de campo y 6 de 11 en triples, alcanzando una valoración de 47. Su recital incluyó canastas imposibles en suspensión, penetraciones ante jugadores más altos y un control absoluto del ritmo del partido. Francia, una de las selecciones con mayor talento físico del continente, se vio completamente desbordada por un jugador que parecía inabordable.
Aquel torneo, además, también mostró la otra cara del liderazgo. Doncic jugó una cantidad ingente de minutos, con más de 35 en casi todos los partidos, lo que acabó pasándole factura en los cruces. Una lesión en el tobillo, sumada al desgaste acumulado, condicionó su rendimiento en cuartos de final frente a Polonia, donde Eslovenia cayó de manera inesperada.
Esa eliminación prematura supuso un duro golpe, pero no eclipsó lo que había conseguido días antes. Su partido contra Francia sigue siendo considerado uno de los mejores de la historia del Eurobasket, una actuación que cimentó aún más su estatus como estrella global, que ya entonces era una realidad, pero que ahora se ha constatado con el paso de los años.
Luka, en busca de consagrarse entre los mejores de la historia en el Eurobasket 2025
Hoy, tres años después, Eslovenia vuelve a la competición con la ambición intacta. El debut frente a Polonia tiene un sabor especial: es el mismo rival que les privó del pase a semifinales en 2022. Para Doncic, la cita representa una oportunidad de revancha deportiva y el inicio de un nuevo intento por llevar a su selección a lo más alto.
El equipo llega con menos profundidad que en 2017, cuando conquistaron el oro en Estambul de la mano de Goran Dragic, pero con un Doncic todavía más maduro, asentado como una de las grandes figuras de la NBA con Los Ángeles Lakers. Si su estado físico le acompaña, pocos jugadores en Europa pueden marcar tanta diferencia por sí solos.
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