Neymar exige 25 millones al año para renovar con el Barça

El futbolista brasileño quiere ser el segundo jugador mejor pagado de la plantilla azulgrana

Neymar Júnior pisa fuerte. Tanto que tiene su renovación parada, en standby. Sin embargo, antes de empezar a negociar, su padre ya se ha asegurado de que llegue a oídos de la directiva del FC Barcelona cuáles son sus pretensiones económicas de cara al futuro. Un futuro que está claro a corto plazo, pero se vislumbra incierto en el horizonte.

El delantero brasileño pide la friolera de 25 millones de euros brutos al año. Una barbaridad que ni siquiera el Barça estaría en condiciones de asumir en estos momentos, afectado por el incremento de la deuda –ligado al de la masa salarial– y los problemas estatutarios. De hecho, fuentes próximas al jugador indican que «si las cosas siguen igual de bien se plantearía pedir hasta 30 millones».

Esta última posibilidad se vislumbra como consecuencia de los incentivos por el cumplimiento de objetivos variables que el Barça prevé en todos sus contratos con los jugadores. Es decir, 25 millones de euros fijos que, con los variables por una supuesta conquista de un nuevo triplete, ascenderían a 30 millones. Es mucho, pero Messi cobra entre 40 y 45 millones brutos. Además, hay otros cinco jugadores de la plantilla que lo superan.

Brutos y netos

Cabe aclarar aquí el concepto de bruto, referido al dinero que el jugador le cuesta al Barça. Aproximadamente la mitad de esa cuantía (un 49% en 2015) va a parar a las arcas del Estado en concepto de impuestos. Mientras que la otra mitad, el neto, es lo que acaba en la cuenta corriente de los jugadores (en dos pagos). Es decir, Messi cobra unos 20 millones netos anuales y Neymar, en el caso de que el club asumiese sus pretensiones, cobraría sobre 13 millones netos al año.

El astro brasileño es ambicioso y tiene claro que quiere ser el segundo jugador en la escala salarial del Barça, puesto que ahora ocupa el capitán Andrés Iniesta, cuyo sueldo oscila entre los 15 y los 18 millones de euros brutos. Ney asume que Messi está por delante y es intocable, por el momento. Sin embargo, el argentino quiere ser estrella y tiene aspiraciones a alcanzar el Balón de Oro. Este año, ya se especula con que podría superar a Cristiano Ronaldo en el podio.

Pendientes de Hacienda

Los Neymar prefieren tener paciencia. No van con prisas porque saben que cuanto más tiempo pase, más posibilidades tendrán de elevar el precio de su estrella. Y en caso de que el club no cediese a sus pretensiones, el astro brasileño es lo suficientemente inteligente para saber que muchos otros clubes estarían dispuestos a pagarlo y a convertirlo en el buque insignia de sus equipos.

A todo ello hay que sumar los problemas fiscales que afectan al jugador, tanto en España como en Brasil. Se sienten perseguidos y su padre no lo esconde. Si esta situación incómoda se alarga en el tiempo y el jugador se ve impedido a la hora de gestionar su fortuna con tranquilidad, también se plantearía seriamente su marcha rumbo a una liga extranjera.