Dani Ceballos señala al tapado que está destrozando al Real Madrid (y hay sorpresa)

El jugador andaluz tiene muy claro quien es el responsable del mal momento blanco

Dani Ceballos tiene muy claro quién es el culpable del mal momento por el que está pasando el Real Madrid. Y  es una bomba. No es ni más ni menos que Antonio Pintus, el preparador físico del club.

Para Ceballos, Pintus es uno de los responsables del bajón que está teniendo el Real en las últimas semanas. Y la última derrota del Madrid ante el Tottenham en Champions, donde los blancos dieron una muy mala imagen, es buena prueba de ello.

Muchos son los miembros de la plantilla que están alzando la voz en contra del preparador físico. A diferencia del pasado curso, donde la condición física de la plantilla era impecable, este año, los entrenamientos ya no son de la intensidad que deberían.

Es más, son varios los jugadores, como Dani, que han decidido darle la espalda a Pintus y buscarse un entrenador personal lejos de Valdebebas. Consideran que, tanto la preparación de la pretemporada como los entrenamientos a diario no cumplen con los requisitos mínimos de un equipo profesional.

Zidane queda en evidencia

Fue el propio Zinedine Zidane quien fichó a Antonio para el club blanco. Pintus había sido el preparador físico de la Juventus en la que el técnico francés jugaba a finales de los años 90. Zizou se enamoró entonces de sus métodos de trabajo y por eso, una vez ya al mando del primer equipo,  se lo trajo a Madrid.

Y acertó. El Real de la temporada pasada era una apisonadora físicamente y, lo que es más importante, sus jugadores llegaron a los momentos clave de la temporada con un nivel  físico muy alto.

Pero este año ya no es lo mismo. Los entrenamientos ya no son los que eran y el equipo lo está notando, y mucho. Se sienten cansados, sin fuerzas. Y culpan al italiano de ello.

Un problema más que no hace otra cosa que dejar en evidencia a un Zidane que a cada partido que pasa se le suman más problemas. Por si no fuera poco con los malos resultados, ahora también el vestuario le ha dado la espalda a él, y a su hombre de confianza.