Camavinga está más cerca que nunca del Real Madrid

El nombre de Eduardo Camavinga lleva ya varios años en la agenda tanto de Florentino Pérez como de Zinedine Zidane. El pivote de tan solo 18 años se ha convertido en una de las estrellas de la Ligue 1 en un Rennes que, para muchos, y con razón viendo su potencial y su juego, se le está quedando pequeño.

Lo cierto es que en el Madrid ven a Camavinga como un jugador de presente y, sobre todo, de mucho futuro. Teniendo en cuenta además que en la plantilla de Zidane no hay ningún jugador que pueda suplir a Casemiro con solvencia, la llegada de un pivote de tan sólo 18 años que vaya ganando protagonismo y acabe relevando al carioca es una idea que gusta, y mucho, en la directiva.

El punto de inflexión en la ‘operación Camavinga’

El centrocampista ya ha dejado calor en privado que, si el Madrid se lanza a por él, no tendrá ninguna duda y aceptará la oferta blanca. Y más tras los sucedido en los últimos días en el Rennes.

Y es que no ha sido otro que Julien Stéphan, el entrenador que hizo debutar a Camavinga tanto en el filial como en el primer equipo, la persona que más ha apostado y guiado al galo, el que ha dimitido recientemente.

En la directiva francesa sabían que el técnico era una de las mejores armas para lograr que Eduardo aceptara la propuesta de renovación de su contrato, que acaba en 2022. Ahora, con Stéphan fuera, Camavinga está más cerca que nunca de ser un objetivo del Real Madrid.

Entre otras cosas además porque, como ocurre con Mbappé, Camavinga afronta este verano como el último en el que su salida puede dejar una buena cantidad de millones a su club. En este sentido, pese a que el valor de mercado del pivote ronda los 60 millones de euros, en el Madrid confían en poder rebajar esa cifra dado que le queda tan sólo un año de contrato.

En el caso de que el Rennes quiere estirar demasiado el chicle y exija cantidades desorbitadas, el Madrid no dudará en dejar pasar un año más y llevarse gratis a Camavinga en el verano de 2022.