Bale amenaza a Zidane. Y Sergio Ramos no calla más: la pelea en el Real Madrid

El último órdago del delantero galés

Que Gareth Bale está en la cuerda floja en el Real Madrid no es ningún secreto. Todo lo contrario. Hace demasiado tiempo que en Chamartín le vigilan con lupa. Cada temporada que pasa el galés se convierte en un fracaso más grande. Y Zidane, que ya acabó hasta la coronilla del delantero en su primera etapa, no quiere verlo ni en pintura el curso que viene.

El británico lo sabe. No le pasa desapercibido el malestar que tienen con él en la entidad merengue. Pero también tiene claro que por mucho que le quieran sacar del vestuario blanco, no saldrá mientras tenga contrato si no es para ir a otro grande y para ver aumentada su ficha.

Para más inri, su representante Jonathan Barnett va dejando ir declaraciones que ponen aún más contra las cuerdas a Florentino Pérez y compañía. “Es muy feliz, es jugador del Real Madrid”, decía este lunes cuando acudió a la capital para hablar del futuro del jugador con los dirigentes del club. “No está pensando en regresar a Inglaterra”, añadía el agente.

El Real Madrid, contra las cuerdas

Unas palabras que llevan un mensaje claro  entre líneas. Este es que si en el Madrid quieren que salga, tendrá que ser por una oferta al gusto del delantero.

Algo que es un buen problema para el presidente. Ningún club está dispuesto a satisfacer los deseos de Bale si además tienen que pagar un traspaso estratosférico y, como decíamos, Gareth no se irá si no es por una ficha mayor. Es decir, si Florentino quiere ponerlo en la rampa de salida, tendrá que rebajar sus pretensiones.

El presidente no quiere, A día de hoy Bale sigue siendo el fichaje más caro de la historia del club y Pérez no quiere perder en la operación. Pero ya no es solo Zidane el que no le quiere. En el vestuario los pesos pesados ya han avisado al mandatario.

En el Madrid piden la salida de Bale

Sergio Ramos  el resto de pesos pesados le ven como un problema para el grupo. Su compromiso es nulo, así como la relación con la mayoría de sus compañeros. Luka Modric, ex compañero suyo en el Tottenham, es de los pocos aliados que le quedan.

Gareth Bale Modric

La gota que colmó el vaso cayó esta semana, cuando el atacante se ausentó de una cena a la que a la que acudió toda la plantilla y el cuerpo técnico.

Y a todo ello, además, hay que sumar la animadversión que le ha mostrado la grada a lo largo de la presente campaña. La situación está a punto de volverse insostenible. Y en el vestuario no quieren empezar un nuevo proyecto con un polvorín a punto de estallar. Florentino tiene la pelota sobre el tejado.