«Así no sigo». El primer desertor de Zidane deja tirado al Real Madrid (y a Florentino Pérez)

No encajó con José Mourinho. El sistema del luso no permitía a Luka Modric lucir su mejor fútbol. El 4-2-3-1 dejaba al croata en el doble pivote defensivo, donde su aportación en el ataque era mínima, o en la media punta, donde se ahogaba en una zona demasiado poblada.

La situación cambió con Carlo Ancelotti. Con el 4-3-3 del italiano, Luka quedó liberado de tareas defensivas y brilló desde la posición de interior. El de Zadar fue clave en la consecución de la undécima y bajo la tutela de Carlo ofreció su mejor versión al Santiago Bernabéu. «Con Ancelotti he jugado el mejor fútbol de mi vida«, confesó públicamente en una ocasión.

Punto de inflexión

Con Zinedine Zidane, el centrocampista ha dado un paso atrás y el aviso llega a la T4 del Saitnago Bernabéu: «Yo así no sigo».

El sistema impuesto por el francés no saca lo mejor del croata. El nuevo papel que le ha inculcado el francés, que le obliga a estar pendiente de su retaguardia, no le permite estar cómodo. El ex del Tottenham ya no disfruta igual.

Las lesiones tampoco ayudan al futbolista. El jugador no ha podido recuperar su mejor estado. Zidane se ha visto obligado a darle descanso en más de una ocasión en lo que va de temporada con tal de tenerlo a punto para el tramo decisivo que justo empieza esta semana. Incluso los preparadores tienen un plan específico para el jugador.

Opciones

En la cúpula blanca se plantean el futuro de Modric en el Real. No le quieren perder de vista, pero la entidad debe estar por encima de sus futbolistas. Con todo, los responsables escucharán ofertas.

Luka cumple 32 años en septiembre y Florentino Pérez y compañía no descartarían una operación que compensara al club y al jugador, y que abriera las puertas a un galáctico para su posición. El Madrid no perdería en calidad y ganaría en juventud.

Por su parte, el croata encara la etapa final de su carrera. Saldría de Concha Espina solo si fuera para firmar su último gran contrato. La Premier League se adapta perfectamente a sus intenciones y a sus virtudes como futbolista. Además, pretendientes le sobran en la competición británica.