Sergio Ramos tiene nuevo vecino. Florentino Pérez lo cierra: ¡cláusula de 750 millones!

La planificación del Real Madrid para el pasado mercado estival dejó bastante que desear. El equipo ha empezado a carburar en los últimos partidos. Y aunque todavía tienen margen de mejora, los blancos han desplegado un juego más vistoso y efectivo en las últimas semanas.

Pero el inicio de curso fue complicado. Zinedine Zidane no era capaz de dar con la tecla. Y los jugadores tampoco terminaban de responder sobre el terreno de juego.

Problemas en la medular

Parte del problema radicaba en la carencia de algunos efectivos en ciertas zonas del campo. Los delanteros y los defensas no estaban al nivel óptimo. Como en el centro del campo, donde el asunto era un tanto más grave. Centrocampistas puros, Zidane, solo tiene a cuatro: Casemiro, Luka Modric, Toni Kroos y Fede Valverde. Y cuando en ocasiones ha habido bajas, las convocatorias de Zizou solo contaban con dos piezas para la medular.

Un problema que ha generado unos cuantos apuros al equipo. Pero no hay mal que por bien no venga. Y un crack ha aprovechado la situación al máximo.

Se trata de Fede Valverde. El uruguayo estaba llamado a cumplir el rol de suplente este curso. Pero las necesidades han llevado a Zidane a tener que tirar de él más de lo previsto. Y el jugador ha respondido a la perfección.

Fede Valverde gana peso

Valverde se ha convertido ahora en un futbolista más cercano a la unidad A que a la unidad B, y buena prueba de ello es la renovación que pactó con el Real Madrid.

El club le ha amplió el contrato al de Peñarol hasta 2025, mientras que ascendieron su cláusula de rescisión hasta unos prohibitivos 750 millones de euros. Un nuevo contrato que le asegura años por delante en el Real Madrid y tras el que el jugador se ha acomodado definitivamente en Madrid. Ya tiene algunos puntos fijados para vivir en las zonas exclusivas de Madrid cercanas a los pesos pesados del equipo como Sergio Ramos y compañía. Sabe que le queda una buena temporada por delante en la capital y prefiere estar cerca de los miembros del núcleo duro del vestuario al que ya empieza a pertenecer.