Sergio Ramos a gritos (o la que se montó con un crack del Real Madrid)

El central de Camas puso los puntos sobre las íes a los suyos

Al principio todo eran sonrisas. Sergio Ramos no pudo disputar el choque contra la Juventus de Turín (1-3) correspondiente a la vuelta de los cuartos de final de la Champions League por sanción, pero no dejó de apoyar a sus compañeros desde su palco privado. Allí se vio al capitán junto a sus allegados, preparado para disfrutar del choque.

La Juventus pone contra las cuerdas al Real Madrid

Pero con el primer gol a los dos minutos las caras de Ramos y compañía empezaron a cambiar. El central había ido al Santiago Bernabéu a disfrutar de lo que debía ser un pase cómodo a semifinales pero las cosas no empezaban nada bien. Los fantasmas que dejaron al FC Barcelona fuera de la competición el día anterior empezaron a sobrevolar el feudo blanco.

El segundo gol todavía puso más nerviosismo éntrela parroquia merengue. Marcharse 0-2 al descanso no era lo que la mayoría esperaba después de haber vencido a los italiano 0-3 en la ida.

Sergio Ramos baja al vestuario

Tanto es así que Ramos no dudó ni un instante en bajar al vestuario al descanso para espolear a los suyos. El de Camas intentó espabilar a los futbolistas con uno de sus discursos  y aprovecho para abroncar a algunos de los efectivos que no estaban dando la talla sobre el terreno de juego.

El que se llevó la reprimenda más grande fue Gareth Bale. El galés se mostró desconectado en ataque, donde no logró combinar en condiciones ni una sola vez, y también inoperante en defensa. El de Cardiff no evitó ni uno de los contraataques bianconeri.  

Gareth Bale, señalado

De hecho, Zinedine Zidane ni siquiera le dejó entrar en el segundo tiempo. El míster tuvo claro que había que sentar al británico y dio entrada a Lucas Vázquez, que demostró estar mucho más por la labor y más comprometido. Asimismo, el penalti provocado por el gallego demostró que la decisión de Zizou había sido la correcta.

Por su parte, el central andaluz se quedó junto al banquillo toda la segunda parte, poniendo ese punto extra de presión tanto a los suyos como al equipo rival. El de Camas incluso protagonizó una discusión con Massimiliano Allegri, que se dirigió al futbolista después de que el árbitro Michael Oliver señalara la pena máxima a favor de los blancos y expulsara a Gianluigi Buffon. Al final, el granito de arena aportado por Sergio tuvo sus frutos.

Sergio Ramos juve