“Qué malo es”. Isco la lía en el Levante-Real Madrid (y Florentino Pérez corta una cabeza para el PSG)

Debacle blanca. El Real Madrid volvió a naufragar en la Liga y esta vez fue e órdago. El equipo que dirige Zinedine Zidane no pasó del empate a dos ante el Levante, un equipo que vive al borde de los puestos de descenso.

El Madrid salió decidido a dejar un buen sabor de boca en el penúltimo ensayo antes del choque de ida de los octavos de final de la Champions League contra el Paris Saint-Germain. Lo hizo ante un Levante que salió a contener y a buscar el contraataque, pero que se encontró con un gol en contra cuando apenas se habían jugado 11 minutos del partido.

Sergio Ramos remató un córner que Karim Benzema hizo el amago de tocar, lo que engañó a Oier y acabó con el balón en el fondo de la portería.

A los granota les costó asumir el tanto, mientras los blancos no dejaban de atacar.

Pero cuando más contra las cuerdas tenía el real a los locales, Boateng culminaba un contraataque con el tanto del empate. Lukic recuperó un balón en la medular, se la puso larga a Morales, que intentó batir a Keylor Navas. El tico la sacó en primera instancia, pero el balón acabó en los pies del delantero ghanés, que no perdonaba con el guardameta descolocado.

La segunda parte siguió el mismo guión. El Madrid dominaba, pero no era capaz de transformar el dominio en peligro. Los de Zidane se perdían en los últimos 20 metros.

El técnico decidió dar entrada a Isco Alarcón y sentar a un Bale desaparecido. La entrada del ex del Málaga aportó algo de lucidez y los visitantes pisaron el acelerador. El propio Isco y Carvajal lo intentaban desde el interior del área con dos disparos y Ramos los probaba con un remate de cabeza que Oier sacó con la punta de los dedos. El acoso madridista terminó con un gol de Isco que ponía el 1-2 en el marcador que parecía definitivo.

Pero los valencianos no se vinieron abajo y en el 89 provocaba un incendio monumental en la entidad blanca.

Isco Alarcón toma la palabra

El Madrid estuvo estéril en ataque. Una constante que se repite demasiada esta temporada, que tiene al equipo al borde del precipicio y que corrobora el aviso que viene haciendo Isco desde hace meses.

“Que malo es”, ha dicho el andaluz en más de una ocasión sobre un Cristiano al que no considera, para nada, que se acerque al perfil del líder que necesita el Madrid y que el luso dice ser.

Un peso pesado debe aportar, cosa que Isco no considera que haga el portugués. Apunta el de Benalmádena que ya puede marcar dos goles contra el Valencia y celebrarlos como si fuera una Champions, no deja de ser un doblete de penalti en una competición que hace semanas que dieron por perdida, y en un partido en el que al margen de anotar desde los once metros no hizo nada más.

Y no es el único que lo piensa. Pesos pesados como Sergio Ramos, Toni Kroos, Luka Modric o Dani Carvajal, y ligeros como Dani Ceballos, Marco Asensio, Nacho, Marcos Llorente o Lucas Vázquez comparten la opinión de que lo mejor de Cristiano hace mucho tiempo que se vio.

Un Cristiano que contra el Levante se retiró con una cara que fue un poema, cuando Zidane lo sustituyó en el 82 por marco Asensio, en lo que el delantero consideró un desafío en toda regla. Apuntan que el ‘7’ blanco dijo de todo cuando se sentó en el banquillo.

Florentino Pérez pone la puntilla

Mientras tanto, Florentino Pérez mira un poco más allá. El presidente apunta directamente al banquillo y tiene el dedo en el gatillo.

El mandatario tiene claro que si el equipo merengue pierde la eliminatoria de la Liga de Campeones contra el PSG, Zinedine Zidane está en la calle.

El presidente no despedirá al técnico hasta final de temporada porque sabe que tiene su público entre el madridismo, pero buscará una salida pactada para a partir de su marcha refundar el Real Madrid.

La salida del míster será la base de una renovación profunda que incluirá la salida de Cristiano y también la de un Benzema que completó otro partido decepcionante, un Marcelo a un bajísimo nivel, de un Bale al que las lesiones le han matado o de un Keylor que no da la talla como portero del Madrid, entre otros. Cracks que rozan o superan la trentena, que ya dieron lo mejor que tenían en el Bernabéu, y que no son más que un problema para el club. Mucho ojo porque se avecina un huracán en el Madrid.