Fernando Alonso no levanta cabeza: el récord negativo que bate ocho años después
El resultado en Emilia Romagna supone el peor inicio de Fernando Alonso desde 2017 en McLaren


Fernando Alonso no encuentra consuelo. El Gran Premio de Emilia Romagna, disputado en el circuito de Imola, ha supuesto un nuevo golpe para el veterano piloto español, que sumó su séptimo gran premio consecutivo sin puntuar en este arranque de 2025. Una racha negra que iguala su peor inicio de temporada desde 2017, cuando aún competía con McLaren y sufría los estragos de un monoplaza poco competitivo.
Fernando Alonso pasa de la ilusión a la desolación en Italia
Un desconsuelo que pocos esperaban, ya que la carrera comenzaba con ilusión tras una excelente clasificación en la que Alonso se colocó quinto en la parrilla, una hazaña que parecía anticipar un domingo esperanzador. Sin embargo, los buenos presagios se diluyeron rápidamente tras una parada en boxes prematura y una desafortunada sincronización con la salida del coche de seguridad virtual, factores que lo enviaron a las profundidades de la tabla.
Unos resultados con los que ga frustración se apoderó del asturiano al término de la carrera. “Soy el piloto con peor suerte del mundo”, llegó a declarar Alonso con una mezcla de resignación y enfado. Su undécima posición a la conclusión de la carrera le dejó una vez más fuera de los puntos, mientras veía cómo rivales directos aprovechaban mejor las circunstancias.
«El ritmo era bueno, pero todo salió al revés», explicó tras bajarse del monoplaza. El coche, según él, mostró señales positivas gracias a las mejoras introducidas por Aston Martin en esta cita, pero las decisiones estratégicas y el infortunio volvieron a dejarle sin recompensa. Algo que viene siendo la tónica habitual en Aston Martin, en una temporada que, al menos en este arranque, está siendo para olvidar.
Fernando Alonso se enfrenta a su peor arranque en casi una década
Y es que el cómputo global muestra siete grandes premios y cero puntos. Esa es la dura realidad para un Fernando Alonso que, aunque sigue demostrando su talento al volante, no ha podido convertir su rendimiento en resultados tangibles. Este registro supone su peor inicio de campeonato desde 2017, una temporada para el olvido con McLaren en la que no logró puntuar hasta el octavo GP.
Tirando de hemeroteca, aquel año su primer resultado positivo llegó en Azerbaiyán, donde finalizó octavo. La situación es comparable a la de este curso, donde la falta de competitividad del coche y una dosis elevada de mala suerte han impedido a Alonso brillar como lo hizo en 2023 o incluso 2024.
Y es que los problemas de Alonso no son únicamente individuales. Aston Martin atraviesa un momento delicado. Después de un 2024 relativamente sólido, en el que terminaron quintos en el Mundial de Constructores, este año han caído hasta la séptima posición, con solo unos pocos puntos sumados por Lance Stroll en condiciones fortuitas
Imola fue, sin duda, un ligero avance en términos de ritmo, y Alonso destacó que en ciertos momentos pudieron seguir el ritmo de coches como los de Lando Norris o George Russell. No obstante, la falta de fiabilidad estratégica y el escaso margen para errores en la zona media les han costado muy caro.
Todo ello lleva a una situación compleja en la escudería británica. Y es que, a día de hoy, el futuro inmediato para Alonso y Aston Martin es incierto. Las evoluciones en Imola parecen indicar un camino hacia la mejora, pero la realidad es quelos errores y la falta de fortuna siguen pesando demasiado. Y la lista de errores es demasiado larga como para pensar que se trata de una casualidad o de algo fácilmente solucionable.
Por ahora, y con carreras clave en el calendario acercándose, como Mónaco o Canadá, el equipo necesita reaccionar de manera contundente si quiere evitar que esta temporada se convierta en una de las más decepcionantes de la carrera del bicampeón español. Porque en función de lo que pase en los próximos GP, el futuro de Alonso y el de Aston Martin están en juego.
Comenta el artículo