Un informe médico puede frenar la salida de Cristiano Ronaldo del Real Madrid

Los clubes interesados en el futbolista piden un examen exhaustivo, conocedores de las molestias que arrastra desde hace tiempo

Cristiano Ronaldo está obligado a entenderse con el Real Madrid. Los informes médicos que sobre él manejan PSG y Manchester United, los dos candidatos a hacerse en verano con los servicios del máximo goleador de la historia del equipo blanco, dificultan su salida de la entidad. Los problemas crónicos de rodilla que arrastra CR7 desde hace varios meses pueden frenar su salida de Concha Espina. Dependerá de todo de un examen exhaustivo.

Los dirigentes de PSG y Manchester United están en contacto constante con el representante de Cristiano, Jorge Mendes. Ellos han trasladado sus preocupaciones al Superagente y le han sugerido que el futbolista deberá superar un riguroso examen médico para que cualquier operación se lleve a cabo. Estas inquietudes han alertado a un Ronaldo que intenta acercarse más que nunca al Real Madrid, consciente de que puede ser la mejor/única opción de futuro, según ha podido constatar Diario Gol. Espera, eso sí, que Florentino Pérez mantenga sus condiciones económicas.

Tobillo, espalda y rodilla

Cristiano Ronaldo se machaca en el gimnasio y cuida su alimentación. Nunca ha sufrido graves lesiones musculares. Su peor momento, de hecho, llegó en 2008, cuando todavía defendía la camiseta del Manchester United. Sufrió entonces rotura del ligamento del tobillo derecho. Pasó por quirófano y estuvo tres meses en dique seco. Ya en el Real Madrid, causó baja durante 60 días por un esguince en el mismo tobillo.

Las actuales molestias de Cristiano, lumbalgia aparte, le vienen ahora de la rodilla. Arrastra molestias en la articulación desde hace más de un año. Forzó para jugar la final de la décima Champions y llegar al Mundial de Brasil 2014, a pesar de que los médicos le recomendaban reposo de su tendinosis rotuliana (degeneración crónica de las microfibras del tendón de la rodilla). Tenía diversas opciones: parar y perder fuerza en el cuadríceps, pasar por la sala de operaciones o seguir jugando ligado a un tratamiento más agresivo. CR7 paga ahora, con su bajo rendimiento (en comparación al que ha demostrado en las últimas temporadas), las consecuencias de su decisión.