Sergio Ramos frena una bronca en el vestuario del Real Madrid

El gol del capitán calma los ánimos

Al rojo vivo.  El punto más amargo de este primer clásico de la temporada lo ha puesto Isco Alarcón para el Real Madrid.

El centrocampista andaluz ha sido el escogido por Zinedine Zidane para ocupar la medular junto a Luka Modric, Mateo Kovacic y Lucas Vázquez. Sin embargo, el malagueño no ha tenido el día.

El internacional español no ha estado sembrado, por lo que al iniciarse la segunda parte ha sido el primer sacrificado de Zizou.

Al técnico galo no le ha gustado la imagen que ha dejado su equipo en la primera mitad, por lo que rápidamente ha decidido mover ficha. En este caso, el entrenador le ha dado paso a Casemiro, tras un gran parón por su lesión, y ha retirado del verde a Isco.

El gran enfado de Isco, captado por varias cámaras

Este cambio ha desatado el enfado de Alarcón que no se ha cortado ni un pelo. Más temperamental que nunca, el andaluz ha llegado al banquillo de malas formas y ha golpeado todo lo que se le ha cruzado en el camino.

Olvidando las cámaras y los miles de aficionados presentes, Isco se ha retirado del terreno de juego cabizbajo y ha ocupado su butaca completamente indignado.

Posiblemente con un cabreo interno y consigo mismo, Alarcón ha protagonizado el momento más tenso de la recámara merengue.

De hecho, al terminar el encuentro, el enfado del centrocampista español seguía siendo palpable. Sin embargo, la cosa no ha ido a más.

El capitán, calma al canterano

Según desvelan fuentes internas del vestuario blanco, Sergio Ramos habría actuado como capitán y líder y se habría dirigido a su compañero para calmar los ánimos.

Con el gol del empate, el veterano ha rascado un punto de orgullo, por lo que el equipo no se marcha con las manos vacías del Camp Nou. Ramos ha querido borrar el quebradizo de cabeza de Isco, involucrándole en la victoria. Pelillos a la mar