Tiene su renovación estancada y Simeone quiere aprovecharse de la situación para cerrar el fichaje
Ante el miedo de perder a uno de los jugadores más importante de la plantilla, ya estarían trabajando en traer a un sustituto
El Atlético de Madrid está atravesando una situación muy delicada, tanto deportivamente como económicamente. La eliminación de Europa ha provocado que algunos jugadores duden del proyecto deportivo y piensen en buscar un nuevo equipo de cara a la próxima temporada.
Jan Oblak es uno de los capitanes del equipo y estandarte en los planes de Simeone, pero a raíz del polvorín que se ha formado en el último mes, estaría dudando seriamente con su continuidad en el equipo. El guardameta esloveno es uno de los mejores del mundo en su posición, y todos los veranos hay equipos que quieren firmarlo, pero él siempre ha sido claro, quería continuar en el Atlético de Madrid.
Aunque el pasado verano su contrato parecía haberse extendido hasta 2028, a día de hoy todavía no hay anunció oficial por parte del club. El jugador sería libre en 2023, siempre y cuando realmente no se haya terminado de confeccionar la firma, situación que abre las puertas a una posible salida.
Con los rumores de su marcha más vivos que nunca, Simeone ya tendría un recambio. Se llama Odysseas Vlachodimos, portero del Benfica que llevan siguiendo un par de temporadas. De hecho, el pasado verano ya se intentó firmar al jugador, pero el conjunto portugués se negó rotundamente a dejar escapar al guardameta griego.
Vlachodimos está a un gran nivel, siendo de los mejores porteros de Europa y convirtiéndose en uno de los pilares del Benfica, por lo que habría solicitado una mejora de contrato. El griego termina contrato en 2024, y ha pedido una subida de sueldo que desde el club consideran desorbitada, así que su renovación está paralizada.
Simeone intentará cerrarlo a un precio asequible
Esta situación es en la que Enrique Cerezo y Simeone pretenden aprovechar para tratar de convencer al guardameta de que será el relevo perfecto de Jan Oblak. No obstante, dada la situación económica, no podrían permitirse pagar un precio muy elevado, y con el Benfica siempre son muy costosas las operaciones.
En 2014, cuando Oblak llegó a Madrid, se pagaron 16 millones de euros, un precio que rompió récords. Se convirtió en el fichaje de un portero más caro de la historia de la liga hasta ese momento. Con Joao Félix, la situación fue similar.
El club rojiblanco pagó más de 120 ‘kilos’, convirtiéndose en el fichaje más caro de la historia del club y a día de hoy su relación está rota con Simeone, por lo que está decidido a salir en el mercado invernal, teniendo el Barça como principal opción.
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Para que Vlachodimos llegue a Madrid, primero deberá salir Jan Oblak. Una vez confirmada su marcha, Cerezo y Simeone se pondrán a negociar con el Benfica, esperando poder firmar al jugador por un precio que guste a ambas partes y un proyecto que convenza al jugador.
