«Planchas de pelo, cera, gomina…»: el día a día en la cantera del Real Madrid

Un ex jugador de la Fábrica desvela la cara más horrible del fútbol base madridista

Asombroso. Horroroso. La vida en la Fábrica, la cantera del Real Madrid, es un infierno, según desvela el ex jugador del fútbol base madridista Nacho Martín en el artículo «Así de jodido puede ser llegar a la cantera del Real Madrid» en Vice.com. «A las ocho de la mañana las planchas para el pelo ya están calientes; tarros de cera, gomina… y lucha por encontrar un reflejo en el espejo. Bienvenidos al submundillo metrosexual de la cantera del Real Madrid», escribe.

Martín ha desvelado que «los horarios, la carga de entrenamientos y el cansancio constante se convertían en factores que hacían que estudiar fuese insostenible». Los humos de sus compañeros, también, y es que «un jugador se compró un Audi nuevo sin siquiera tener carné de conducir». Los chavales ganan más que sus padres. «La competencia entre los jugadores era asfixiante», y la manera para superar el estrés consistía en «echar el pestillo de la habitación y pelearse hasta que los espectadores pararan la pelea».

Una liberación

Tampoco la alimentación era la idónea, con galletas y un mini batido para afrontar los entrenamientos, e insípidas cenas en el internado. En este sentido, los chavales buscaban refugio en el restaurante Gilardino de Majadahonda, donde se ponían hasta las cejas de gofres de chocolate y bocadillos de salchichas con salsa barbacoa. Por surte para Martín, el Madrid prescindió de él en edad Juvenil: «Me sentí liberado».

«Ningún quinceañero debería experimentar cómo se siente al ser despedido de un negocio, cómo lidiar con una ansiedad constante y cómo afrontar el hecho de que en el fondo tan solo eres un producto de mercado del que quieren sacar tajada», concluye. Ahora Martín estudia un master de derechos humanos en Holanda, tras su paso por la University College de Londres, donde estudió derecho.